“El patriarcado es un juez, que nos juzga por nacer y nuestro castigo, es la violencia que no ves.” Así comienza la denuncia del colectivo feminista Lastesis. Cuatro mujeres se toman la escena para denunciar las opresiones al cuerpo de la mujer: se trata de un manifiesto de lo que Wajcman señalaba “las mujeres son los síntomas del mundo[1]”. El principio de este colectivo es dar voz a las mujeres para denunciar cómo el estado ha callado y ha sido cómplice de todo tipo de atrocidades. Me parece que desde ahí se puede trazar la singularidad de este colectivo, que no se inscribe solo como uno más en la serie de manifiestos, sino que tal como lo habían hecho los hermanos de la horda primitiva en el mito freudiano, Lastesis declaran un goce del padre que va por fuera de la ley. Ellas quieren gritar el hecho de que, si bien el violador o el femicida es uno, este uno se inscribe en la serie de lo que ellas denuncian como el estado opresor, como un macho violador, siendo el sistema mismo que permite callar el delito.

El feminicidio, impunidad para mi asesino, es la desaparición, es la violación. Y la culpa no era mía, ni donde estaba ni como vestía, y la culpa no era mía ni donde estaba ni como vestía…el violador eras tu.” En el coro de la performance se grita con fuerza que la responsabilidad no es de la mujer, que ella como cualquier otro tiene derecho a vestirse sin pensar que puede provocar un acto desmedido. Es decir, se asume que la mujer es objeto de deseo, pero se denuncia que no debe ser tratada, exclusivamente, como tal.    

La misión de Lastesis es tomar tesis feministas para traducirlas, sintetizarlas y ver como en esta decodificación se transforma la performance en leguaje de señas y que a su vez se traduce en distintos idiomas y que lo que fue aplicable a una realidad terminó dando la vuelta al mundo, como un grito contra la segregación.

Ahora bien, hay un detalle que sitúa este grito bajo una cierta particularidad. Un mes antes de la primera aparición de Lastesis, había comenzado lo que se llamo el estallido social en Chile, miles de manifestantes, durante meses, se tomaron las calles lo que conllevo a une violencia extrema. Si bien, Lastesis vienen a proclamar la caída del patriarcado sabemos que no es nada nuevo tal como lo recuerda Miller en su conversación en torno a su libro “Polémicas políticas”. La época de la caída del padre, que ya se estaba dando hace muchos años, nos confronta a un momento posterior: que no haya un padre, es que no haya una función que pueda hacer limite. Miller nos recuerda que el titulo del seminario XIX de Lacan “… O peor” debe su nombre justamente a ese fenómeno, o bien es el padre que gobierna o estamos en la era de lo peor. Los tres puntos antes del peor representan al padre, como Miller lo dice es padre o peor[2]. Ahora bien, Lastesis aclaman las atrocidades del padre, en la mitad de un estallido que ha dejado a varias personas sin un ojo, o sin ambos, en casos emblemáticos. Se trata de un grito, en medio de una crisis, “es lo real en furia, imposible de manejar[3]”. Este grito feminista proclama lo que pasa justamente cuando el padre deja de operar en su función. “Duerme tranquila niña inocente, sin preocuparte del bandolero que por tus sueños dulce y sonriente vela tu amante el carabinero”: se trata de una parte textual del himno de los carabineros en chile. Se aclama esto antes de gritar que el violador son los “pacos”, los jueces, el estado, el presidente.

Ahora bien, la violación es un problema social, y la violencia de estado que se dio con el estallido social también se orienta desde ese lado. En la era de lo peor, hay una desconfianza en los ideales que conlleva a la segregación. Lastesis develan como el sujeto queda gobernado al Uno de su goce, y que con eso no hay limite posible que pueda hacer un corte. Hoy en día lo nuevo está en interpretar esta revuelta como un gesto de amor hacia algo que ponga su limite, hacia una función -nueva o no- que permita alejarnos de la feminización del mundo, forma de goce que va por fuera de la regulación fálica.

Si bien, la cuestión del amor se puede presentar como el reverso del odio, me parece que hay algo mas, en este grito que se opone a toda forma de segregación. No es menor que el colectivo de Lastesis utilicen el lenguaje inclusivo, bajo la idea de no dejar a nadie fuera y con eso anular toda diferencia que separe a alguien de un todo. Yo diría que se trata de un amor ideal en donde todos sean nombrados desde el mismo lugar, ¿pero es esto posible? Al hablar del lenguaje inclusivo me parece que hay que hacer una distinción entre un empuje a que todos sean representados a un empuje hacia eliminar toda forma de diferencia. Porque sin diferencia ¿Como nos podemos constituir?


[1] Wajcman. G., « Les séries, le monde, la crise, les femmes » (2018), Paris, Editions Verdier, p. 18

[2] Cf : Miller, J-A., « Lanzamiento del libro ‘Poléminca politica’”, inédito, 2 de mayo. Transmitido en youtube. https://www.youtube.com/watch?v=O-wi1rmWmGo&t=8775s

[3] Op. cit. p, 52