Sobre a transmissão da Psicanálise de Orientação Lacaniana na universidade
About the transmission of Lacanian Oriented Psychoanalysis in the university

ANA MARÍA SOLÍS

Miembro de la AMP y de la NELcf. Académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile

solisanamaría@gmail.com

La RUA (Red Universitaria Americana) se crea en 2014, “En el contexto de acción de las Escuelas de la AMP (Asociación Mundial de Psicoanálisis) en América se verifica la influencia cada vez más creciente de la Universidad, importancia que sin duda será aún mayor en el porvenir inmediato” (FAPOL, Creación de la Red Universitaria Americana, 30 de agosto del 2014). También como una respuesta a los discursos científicos que se resisten y contrarían la transmisión del psicoanálisis en la universidad. Su creación, con el apoyo de Jaques-Alain Miller, tiene un componente político importante. En la carta firmada por Miquel Bassols, Presidente de la AMP y por Mauricio Tarrab, Presidente de la FAPOL (Federación Americana de Psicoanálisis de Orientación Lacaniana) en ese momento, se señala:

“La creación de la Red Universitaria Americana en el marco de la FAPOL, iniciativa que cuenta con el apoyo de Jacques-Alain Miller, se propone en un primer movimiento inscribir en ella a los miembros de la AMP que desarrollen actividades en Universidades americanas y que deseen participar de la misma”.

En su intervención en el acto de permutación de FAPOL 2022, Mauricio Tarrab, hablando de la creación de la FAPOL, señala: “…su mira común era convertirse en un instrumento institucional contra los ataques al Psicoanálisis y la defensa de nuestros principios, de los principios del Psicoanálisis, frente al Otro social y sus discursos cuando estos afectaran, por qué no decirlo, la libertad de la palabra” (Tarrab, M. comunicación personal, 26 de junio del 2022). En esta misma intervención Tarrab señala respecto de la RUA: “Que esta red se llamara RUA fue un cierto reconocimiento, y una especie de chiste entre nosotros y con los colegas brasileños quienes fueron los que nos advirtieron en aquel momento del crecimiento de una muy fuerte iniciativa de lo que llamábamos la ‘nebulosa lacaniana’ por cooptar a psicoanalistas profesores regulares dentro de la universidad con la excusa de un proyecto editorial. JAM fue categórico al impulsar esta iniciativa que le propusimos y que en principio reunió a más de 50 colegas titulares de cátedras en toda América. No quiero repetir lo que ya todos saben sino destacar que RUA se creó como un instrumento de intervención que contuvo ese conjunto y abrió posibilidades inéditas. Recuerdo su entusiasmo cuando le dije que si se quisiera se podría instalar un tema o un debate en más de 50 cátedras de universidades simultáneamente o que colegas afectados por obstáculos cuando no por exclusiones tuvieran un contexto potente para defender al Psicoanálisis”.

Es así como RUA se propone como una respuesta al avance de los discursos psicológicos, activistas e ideológicos que van en contra del Psicoanálisis.

En la última reunión de esta Red, en Sao Paulo, RUA estaba en un momento crítico. La compilación de investigaciones y la declaración de saberes dentro de lo universitario no causaba el deseo, era letra muerta. Había sido testigo de esas reuniones, y aunque mi interés por la transmisión del psicoanálisis de la orientación lacaniana seguía, dudaba si era en la RUA donde podía encontrar alguna orientación.

En plena pandemia me proponen la coordinación de la RUA por la NELcf (Nueva Escuela Lacaniana del Campo Freudiano). En el momento en que recibí la invitación una pregunta resurgió en mí: ¿cómo vivificar este dispositivo?

Un buen encuentro con Nieves Soria (Escuela de la Orientación Lacaniana. EOL) y Angélica Bastos (Escola Brasileira de Psicanálise. EBP), nos llevó a un trabajo orientado por tomar lo que no anda en la universidad. Varias conversaciones nos llevaron a pensar sobre los obstáculos, los escollos que tiene la transmisión del psicoanálisis en la universidad. En esta línea, y, apoyadas por el Buró de la FAPOL, decidimos hacer reuniones para escuchar la posición de enunciación de los analistas, miembros de la AMP, que están en las universidades. Optamos por hacer encuentros, apostar a la conversación. Primero, con cada Escuela, luego, pensar en otras instancias de conversación orientadas por la escucha de estos encuentros. Una instancia preliminar federativa, tuvo por nombre “En la universidad no se puede hablar de…”. Conversación que tuvo el efecto de lo nuevo, de una reinvención de la RUA, escuchar la posición de enunciación de cada uno de los participantes acerca de las dificultades y los saberes hacer, nos llevó al trabajo como equipo coordinador. Se abrió un mundo, pudimos escuchar las dificultades que se presentaban: el discurso feminista, los comunitarios, la psicología basada en la evidencia.

Era la posibilidad de pensar en una política de transmisión. Hicimos una propuesta, la cual detallo a continuación:

En nuestra conversación nos centramos en la importancia de mantener vivo el espacio de RUA. En ese sentido, coincidimos en los siguientes puntos:

• Escuchamos durante cuatro reuniones atentamente los planteos de los colegas respecto de las cuestiones a discutir y tratar en RUA, y nos parece que sería poco convocante y algo redundante realizar una suerte de asamblea para poner a discutir cómo Consideramos que los colegas esperan que los hayamos escuchado y que avancemos en tratar lo que han propuesto hasta ahora.

• Nos parece fundamental apostar a que cada reunión de RUA constituya un pequeño acontecimiento, mantener el agalma que con esta gestión parece haber podido alojarse para varios de nuestros colegas. Para ello consideramos importante que cada reunión esté bien preparada y que transcurra el tiempo entre una y Las invitaciones ( ) y la difusión con tiempo y distancia respecto del ENAPOL (Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana).

• Pensamos un temario de trabajo articulando los conceptos fundamentales del psicoanálisis con los debates contemporáneos vigentes en las universidades y la elaboración colectiva que se lleva a cabo en este momento en la AMP, recortando entonces los siguientes temas para comenzar:

1. Patriarcado y función
2. Falo, binarismo y diferencia
3. Feminismos y feminidad
4. Pathos y despatologización.

En la cápsula entonces hablaríamos las tres coordinadoras buscando transmitir el eco en cada una de las reuniones realizadas en lo que va del año, convocando a dar continuidad al trabajo recortando estos temas que escuchamos como candentes y convocantes, e invitando a los colegas de RUA a la próxima reunión.

Es así como realizamos dos conversaciones con las tres Escuelas, invitando a un miembro de cada una de éstas a provocar la conversación, “Patriarcado y función paterna” y “Falo, binarismo y diferencia sexual”. Pudimos oír en sus participantes las preocupaciones frente a estos discursos: los feminismos y las teorías de género. Un participante recalcó el avance de las TCC (Terapia Cognitivo Conductual), cuestión que tuvo eco tanto en los participantes como también en las coordinadoras de la RUA. Esto reorientó nuestro mapa de ruta.

Con la permutación del Buró de la FAPOL, Ricardo Seldes ocupa el lugar de Viviana Berger. Interesado en nuestro trabajo, escucha el deseo decidido de Nieves Soria y el mío por continuar con los encuentros propuestos. En ese momento se suma a la coordinación Gilson Gianini por la EBP.

El tercer encuentro federativo de la RUA, es inédito, orientándonos por lo que Miller denominó “Dócil a los jóvenes”, Ricardo Seldes nos anuncia que este encuentro será abierto, ya no sólo para los miembros de la AMP inscritos en RUA, sino que para los miembros interesados y los no miembros cercanos a las Escuelas que trabajan en la universidad. Tomando las inquietudes anteriores, decidimos hacer un tercer encuentro en torno al discurso de la psicología basada en la evidencia: discurso que pretende contar con la mayor y mejor información en formato prueba (evidencia) que avale una forma específica de intervención en salud mental. Para cada patología se prescribe un determinado tratamiento que ha tenido una confiabilidad estadística para esa patología.

En esta ocasión apostamos por una conversación sin la intervención inicial de algún miembro de la AMP, sin un S₁ que diera la pauta. La convocatoria nos sorprendió. También nos sobrepasó en términos técnicos, pero más allá de estas dificultades pudimos constatar que hay algo que se transmite en la RUA que causa el deseo de los colegas analistas que trabajan en la universidad. La RUA es un espacio que se vuelve agalmático, es un lugar que orienta y que aloja las preguntas por la transmisión. Un dispositivo para pensar una política de transmisión en las universidades.

Las intervenciones en estos encuentros han provocado saldos de saber importantes que me hacen pensar en mi propia transmisión en la universidad: lo inconveniente de una postura defensiva, la importancia del diálogo con otros discursos, el hacer trabajar con los conceptos freudianos y lacanianos a aquellos que rechazan el psicoanálisis desde algún discurso sin conocer sus conceptos, sorprender con los efectos que tiene el psicoanálisis en términos clínicos, el lugar de su ética, de la palabra, cómo dignifica al sujeto.

Este momento de la RUA me ha enseñado por sobre todo, a no retroceder.

Éric Laurent en el X ENAPOL, en una entrevista realizada por Ricardo Seldes, nos invita a buscar argumentos en Lacan que nos permitan contestar a los movimientos, hacer una confrontación de la buena manera, la confrontación -nos señala- es una cuestión ineludible. Frente a los activistas (woke, feminismos, etc.) sin abandonar nada de la precisión de los conceptos psicoanalíticos, se deben poner en perspectiva, dando cuenta de la época de Freud y la lectura que hace Lacan de la obra freudiana. Cómo hacer frente a los ataques permanentes de confrontación de ciertos activismos que quieren eliminar el psicoanálisis.

Para finalizar, subrayo este efecto: La diferencia entre la transmisión del psicoanálisis en la universidad y el discurso universitario. Esto es fundamental. Esto, es algo a transmitir en nuestras Escuelas, relevando la importancia de estar ahí, donde el psicoanálisis -a veces- es excluido, pero donde al mismo tiempo, se generan las transferencias con los jóvenes. Es necesaria la formación en psicoanálisis, no hay que rechazarla, ya que esta toca al porvenir del psicoanálisis. En nuestras Escuelas está la formación del analista, ineludible para nuestra labor, no por eso, se confunden.

Como acción lacaniana, el analista transmite en la universidad los principios del psicoanálisis, la teoría, sus conceptos, sus ideas. Esta transmisión, que no es del orden del discurso universitario, sólo puede hacerla un analista desde su posición analizante, es decir, desde los efectos que ha tenido para él, la formación del analista dentro de la Escuela.