Por Maria Rita Guimarães

 

Nos ha interesado la etimología del prefijo ob de la palabra Observatorio, pues transmite diversos sentidos como: » delante de»; «frente a»; » en contra de «. También cubre las nociones de «obstruir”, «oposición», «obviar», etc. Como es el mismo prefijo que está en la palabra objeto, ¿permitiría un deslizamiento entre las dos palabras? Sin entrar en el pensamiento de Heidegger, vale la pena recordarlo en La cuestión de la técnica, en la que el filósofo utiliza el término ob-jeto (Gegenstand) en el sentido de «estar adelante», como un obstáculo. ¿Tendría el Observatorio la función de mantenernos de ojos abiertos por la atención requerida en la observación realizada desde um modo de “oposición”? ¿En posición de ver lo que no se muestra exactamente – o, tan evidente, causa una obnubilación? ¿El Observatorio como obstáculo a la invisibilidad en la que nos protegemos?

En este sentido, el Observatorio Infancias, EBP -bajo la inspiración y orientación de

Fapol-, propone recortar el campo de la infancia, centrando su atención precisamente en el punto que nos mira, como decía Lacan al referirse a la lata de sardinas: un punto de invisibilidad, pero que nos mira porque se constituye como objeto a. Objeto a en versión desecho. Recibe el nombre de niños invisibles, o, para usar un término de Robert Castel, desafiliados, incluso, supernumerarios. Será en la página 15 de su libro Les métamorphoses de la question sociale [1] donde Castel define lo que es para él la desafiliación (désaffiliatión).

«Hablar de desafiliación, por otro lado, no es ratificar una ruptura, sino rehacer un camino. La noción pertenece al mismo campo semántico de disociación, descalificación o invalidación social.

Desfilado, disociado, invalidado, descalificado, ¿con respecto a qué? Ese es exactamente el problema.»

El problema, en el pensamiento del autor, es que la desafiliación no es necesariamente equivalente a una ausencia de vínculos, sino sobre todo a la falta de inscripción del sujeto en estructuras que tengan sentido. Al examinar la «sociedad salarial» nos recuerda que ésta sería una organización social en la que funcionaría algo «más allá» del salario, y en este «más allá» está la relación establecida entre el salario y la protección, una serie de garantías y derechos que acompañan al sujeto en esta condición de empleo. Sin embargo, nuestra sociedad funciona cada vez más como una sociedad de individuos; «hay un aumento del individualismo de masas, las personas pierden sus lazos colectivos y se convierten en individuos despojados.” La existencia de los» inútiles para el mundo», de los «supernumerarios», se configura como una extensa franja de personas » al descubierto» de la inserción social, desterritorializadas en esa zona de desafiliación, como propone el concepto de Castel.

En Brasil, en una encuesta de hace unas semanas, el desempleo estaba cayendo: sin embargo, la cifra actualizada es de unos 12 millones de personas en esta situación. Vemos los problemas que se derivan de esa vida“desalentada” de una población acampada al margen de la sociedad, en nuestro cotidiano, pero, sobre todo, no los vemos pues están invisibles, porque ya se han naturalizado, tal es su exposición extrema, em algunos casos, como los jóvenes de cracolândia. El concepto de desfiliación nos remite a lo que, desde el punto de vista del psicoanálisis, como nos ha mostrado Miller, estamos en la época en la que el Otro no existe y a sus efectos en las modalidades de goce presentes en la contemporaneidad.

Si las películas como Carphanaum, Un asunto de Familia, Niños Invisibles, e incluso, una imagen como la de Ayslan[2], por ejemplo, nos sacuden y nos despiertan, es porque sus historias han pasado de invisibles a visibles. A través de la narrativa de la película interpretamos la posición del sujeto en cuestión.

En un texto titulado «Une pragmatique de la désinsertion em psychanalyse» [3] Laura Sokolowsky hace un percurso entre los términos desinserción y exclusión, diferenciándolos desde el punto de vista del psicoanálisis. Sitúa la exclusión como «el nombre de lo que no tiene nombre»: es el nombre de real”

La noción de exclusión se remonta a los años setenta, lo que corresponde al crecimiento del desempleo, a la aparición de una nueva pobreza en los centros urbanos, cuando parece haberse produzido la ruptura con el Otro. Entre las muchas preguntas de la autora, cabe destacar una: ¿puede contenerse este fenómeno? ¿Podemos intervenir antes de que la ruptura total con lo social no se realice? Para el psicoanálisis, seguindo a la autora, no se trata de evaluar si una persona tiene o no la capacidad de tener un trabajo. La posición subjetiva es importante para nosotros, es decir, la elección del sujeto que decide o no desvincularse del Otro. Este es un punto de demarcación decisivo entre la desinserción desde el punto de vista psicoanalítico y la precariedad en el sentido de la pobreza financiera. Este fue primero un tema de Miller que nos dejó esta expresión: «pragmática de la desinserción en el psicoanálisis», título de la presentación de Pipol4, en 2015. Nos recuerda lo que dice Lacan: «Este sentido viene dado por el sentimiento que cada uno tiene de ser parte de su mundo, es decir, de su pequeña familia y de todo lo que gira a su alrededor». Inmediatamente invocamos las situaciones de los niños invisibles. Los que esperan ser adoptados, los que están en el exilio, los que han sido separados de sus familias por orden judicial, los que no tienen nombre, los que no tienen escuela, los que no tienen papeles, los que no tienen casa, los que no tienen familia, etc., etc. En este nudo entre lo íntimo y lo colectivo, el Observatorio, aunque todavia no tenga la brújula bien situada, puede revelar algo nuevo, que aún no se ha visto en el campo discursivo de lo social, que está entretejido entre la impotencia, la negligencia y la indiferencia. Poner la mirada en la infancia olvidada. Los participantes del Observatorio, orientados por el psicoanálisis de que hay tropiezos, que no todo funciona, sino que se puede distinguir lo imposible de la impotencia, pueden situarse como un Observatorio interpretativo de los discursos actuales, deconstruyendo el «para todos» de las frágiles soluciones que surgen – cuando surgen – y acojendo las palabras rescatadas por un niño, uno por uno.


NOTAS

  1. CASTEL, Robert. Les metamorphoses de la question sociale, Paris, Éditions Fayard,1998.
  2. Aylan, l’image mondialisée
    Une image d’un enfant échoué sur la plage de Bodrum, en Turquie, a fait la une de tous les médias et provoqué un tsunami émotionnel mondial. Cette photo est bouleversante. On ne voit pas le visage de l’enfant, seulement son petit corps habillé, face contre terre, il nous tourne défnitivement le dos peut-être, comme si le voyage vers la liberté s’était transformé en cours de route, en cauchemar : réel sans loi, ce corps sans vie a réveillé la conscience collective. Mort d’enfant ,Hélène Bonnaud .LQ 531
  3. École de la Cause freudienne , Lectures théoriques. Une pragmatique de la désinsertion en psychanalyse. Disponível em 3/9/2019 https://www.causefreudienne.net/une-pragmatique-de- la-desinsertion-en-psychanalyse/
  4. LACAN, O Seminário, livro 20, mais ainda. Rio de Janeiro, Jorge Zahar Ed. 1985, p. 58