ACTO DE PERMUTACIÓN FAPOL – EL ESCÁNDLO DE LA ENUNCIACIÓN
PROGRAMA Y TEXTOS

PERMUTACIÓN BUREAU JUNIO 2024

PERMUTACIÓN BUREAU JUNIO 2022

Intervención en el marco de la Permutación del buró de la FAPOL, 25 de Junio de 2022.

Agradezco a Viviana Berger por haberme invitado a hablar hoy, y también a la Fapol por su acogida. Es una acogida cordial, amistosa, que cuenta mucho en el vínculo social analítico, pero también es una acogida intelectual, una acogida para el trabajo propiamente dicho: tenemos todos los textos que circularon desde hace tiempo, que me fueron enviados y que prepararon el trabajo de hoy. He apreciado mucho esto. Leyendo esos informes, podemos medir que la cuestión planteada sobre la libertad de expresión nos interesa, no desde el punto de vista sociológico, sino desde el punto de vista del psicoanálisis. Es una exigencia que habremos de mantener si no queremos contentarnos con disertar en el cielo de las ideas.

Los observatorios, si entendí bien su función, su misión, intentan responder a la cuestión: ¿en qué contexto los sujetos demandan un análisis hoy? La cuestión debe ser planteada seriamente si el psicoanálisis quiere hacer una oferta que esté a la altura de la civilización. Lo que está en juego implica a la civilización misma, ya que se trata del impacto del discurso analítico en el mundo.

El contexto de la libertad de expresión hoy revela una paradoja interesante. En efecto, funcionando como un principio en los estados de derecho, los juristas están de acuerdo para decir que nuestra época es inédita: la afirmación según la cual los sujetos son libres e iguales en derecho, en tanto hombres, en tanto pertenecen a la comunidad del género humano, se transforma hoy en una exaltación de las diferencias para reivindicar una diferencia de identidad, no bien un trozo de cuerpo se transforma en ser: el color, la sexuación, la raza. A tal punto que, si un sujeto se siente ofendido en esa identidad, puede hacer denuncia de esa herida “herida a convicciones intimas”. Toda palabra, en ese contexto, es potencialmente blasfematoria, como lo indica justamente Eve Miller Rose en su intervención en la “Gran Conversación de la Escuela Una”). La cuestión se extiende a todo el ámbito de la sexuación, que fue abordado aquí a través de la cuestión trans.

El cuerpo al mando

Lo vemos, ¿cuál es el cambio radical que está experimentando nuestra civilización? Es el cuerpo que toma el mando. El más pequeño rastro que se pueda leer en el cuerpo, se transforma en identidad, endureciéndose, el más mínimo plus-de-goce tiende a transformarse en comunidad. Y la ley corre detrás del cuerpo para intentar legislar, cada vez que una nueva reivindicación aparece en él. Pero, ¿de qué cuerpo se trata? Es un cuerpo separado de la palabra: el caso del autismo es ejemplar aquí. Predominio del cuerpo, desaparición de la dimensión psíquica. Es el cuerpo que habla, un cuerpo en piezas sueltas que son escuchadas sin mediación de la palabra. El misterio del cuerpo hablante es otra cosa: el cuerpo es un enigma para el sujeto mismo, un lugar de opacidad, de cuestionamiento. A tal punto que Lacan lo convierte en la estructura misma de la neurosis: una cuestión planteada por el sujeto a nivel de su existencia misma: “¿qué quiere decir tener un sexo?” [1] Y bien, el saber misterioso del cuerpo hablante desaparece de la ideología dominante. Es un cuerpo paradójicamente reducido al silencio. Este es incluso el secreto de la autodeterminación y de su éxito: el “sé lo que soy, sé lo que quiero” es un saber en el que el cuerpo está al mando, sin la mediación del deseo del Otro. La cuestión toca en particular al ámbito de la infancia, ya que tendemos a hacer del niño un ciudadano sin mediación parental: el tiempo de la infancia, con los balbuceos de la sexualidad, tienden a ser borrados, “Lo insoportable de la infancia”, silenciado.

Y, a través del testimonio de los observadores, podemos tomar la medida de que, correlativamente, la función de la palabra está afectada, escotomizada. Es una palabra en la que lo dicho esta tomado al pie de la letra, sin incluir la dimensión de lo inconsciente: el sujeto equivale estrictamente a lo que dice, mientras que el psicoanálisis enseña que el sujeto siempre dice más de lo que sabe. Cuando habla, se traiciona a sí mismo: en las fallas de su palabra, que no domina, hay un más allá de lo que dice. Es ahí que la interpretación encuentra lógicamente su lugar. Hoy, el margen de la interpretación no está asegurado, ya que lo dicho se reduce a lo dicho. Las normas plurales están ocupando el lugar de la interpretación. Por eso, la cuestión de la verdad no se mantiene, salvo como una verdad falsa, tautológica. Fake. Sabemos cuál es el lugar del fake en nuestro mundo.

Es por eso que el tema de la libertad de expresión se plantea en un contexto inédito, en el que la cuestión de la verdad tiene un interés especial. Nosotros mismos, psicoanalistas, tenemos que recordar esta dimensión que Lacan sostuvo a lo largo de su enseñanza, incluso en su última parte en la que avanza sobre la verdad mentirosa. Mantiene la cuestión de lo verdadero y lo falso del fake. Es importante no perder de vista que el análisis es una experiencia de verdad, el sujeto ha de volver sobre lo dicho, sobre lo que hay de mentira en lo que dice. La cura es una experiencia en la que se toma posición en cuanto a la mentira, verdad y mentira no son equivalentes. Que la verdad sea mentirosa no impide esperar del análisis una relación directa con la verdad.

El mensaje freudiano: aletheia

En cierto modo, el mensaje freudiano se hizo un paso en la civilización. En el sentido de que la libertad de expresión se volviera un bien absoluto. Hablar liberaría. La opinión retuvo la idea de una catarsis freudiana: se liberan ficciones íntimas que serían perjudiciales y tanto más activas por ser desconocidas. Esa es una versión del psicoanálisis sin fundamento, que Freud mismo abandonó, ya que ocultaba la dimensión de la transferencia: ¿a quién se habla? El sujeto no es el autor de lo que dice, es del Otro de la transferencia que recibe su mensaje.

Es cierto que hay en la cura una noción de revelación (aletheia): el psicoanálisis es una experiencia de verdad bajo transferencia, es el sentido de la asociación libre, más allá de los prejuicios del yo, de la conciencia tranquila: se trata de contrarrestar el “no quiero saber nada”. Favorecer el descongelamiento de la palabra más que el silencio o la mentira. El sujeto que consiente a la deriva de lo inconsciente tiene que volver sobre lo que ha dicho. Una palabra que instaura una relación con la verdad.

Pero el amor freudiano de la verdad tiene un límite esencial: toda verdad no es buena de decir. Se trata de recordar esto en la interpretación: no equivale de ninguna manera a devolver al sujeto su verdad cruda en plena cara.

El despertar que está en juego en la experiencia de la palabra en el análisis desnuda, en efecto, un real que está muy lejos de ser pacificador y con el que el sujeto tiene que contar. El punto que se toca es el de una verdad mortal y en ese sentido no es promesa de ninguna reconciliación armoniosa, ni de ningún bien.
La verdad como punto de horror para un sujeto queda totalmente olvidada en los llamados a la libertad de decir todo y de decir toda la verdad. Se promociona una verdad enteramente jurídica y se olvida que la verdad subjetiva no es ni amable ni deseable.

 

De la verdad como cosa a la verdad como lugar

Quisiera subrayar aquí la subversión que realiza Lacan en cuanto a la verdad. ¿Cuál es el destino radical que Lacan le reserva? Y bien, ese destino radical que Lacan reserva a la cuestión de la verdad es de no situarla en el registro del pensamiento o del conocimiento, sino de situarla como cosa. La verdad pertenece al registro de la cosa que habla.“Yo la verdad, hablo”. ¿Es decir? La verdad no pasa más por el pensamiento sino por las cosas dice Lacan en “La Cosa freudiana”: comunica por medio de rébus (acertijos), como el sueño [2]. El rébus como cosa es el signo de un decir verdadero, auténtico. Porque la verdad de la que se trata no es buena de decir, y necesita travestirse. “Nuestros actos fallidos son actos que triunfan, nuestras palabras que tropiezan son palabras que confiesan. Unos y otras revelan una verdad de atrás.”[3]. En el síntoma, en las imágenes del sueño, se manifiesta una palabra que trae una verdad de atrás.

Insistamos: si planteamos con Lacan la cuestión general, como él lo hace: ¿Quién habla? Entonces, no es el sujeto sino la verdad. “La cosa habla por sí misma”. Ya que el sujeto dice más de lo que sabe decir. No se lo puede obligar a decir toda la verdad. Es una verdad que no dice necesariamente toda la verdad, pero lo que la hace verdad, es que habla.

Lacan complejiza esta forma de abordar la verdad situándola como lugar: pasa de la verdad como cosa a la verdad como lugar: el lugar de la verdad, como una verdad escondida. Situándola como lugar exterior al discurso, se puede entender que no pueda englobar todo, no puede ser toda e incluso que puede estar simplemente ausente. Sólo puede ser medio-dicha, ser leída entre líneas, queda velada porque toca lo real. Es una consecuencia de su conexión con lo real. Cuando se la quiere mostrar toda, es un monstruo que aparece, es un torrente de odio que le sigue, en la proliferación del fake. Cuidar del lugar de la verdad es esencial, para no saturarlo, para dejar libre el lugar de la verdad, según la feliz fórmula de Eric Laurent [4], dejar libre el lugar más allá de lo que se dice, de “una verdad de atrás”.

De la verdad al saber

Hay un límite entonces para una verdad toda, es lo real. Pero esta conexión con lo real solo adquiere su alcance en el análisis a través del saber.

Partamos de una resonancia clínica: podemos encontrar en el análisis algunos momentos de aparición de la verdad (con respecto a un sueño) que no tienen verdadero efecto en nosotros, sólo se perciben sus consecuencias cuando pasan al saber, más allá de una simple revelación. Esta es la diferencia entre una verdad que produce efectos de alivio, pero de corta duración, y un progreso del saber.

El saber cuestionado aquí es aquel que puede depositarse en la cura como un modo del goce, con su aparato fundamental: el sinthome. Es un saber que no tiene nada de universal, que no vale más que para UNO, ya que se aprende el psicoanálisis en el cuerpo propio. Se aprende sobre el goce en tanto es indecible, sin forma, ni razón. Sin parangón con los ideales.

Por fortuna para el psicoanálisis, que los partidarios de todos los rechazos o desmentidos de lo inconsciente lo sepan o no, sólo por hablar, se experimenta un límite: el de poder decir la verdad sobre la verdad. Este límite se sostiene de un único encuentro con una experiencia de goce, que deja una marca indeleble, a la que Lacan llama “espina en la carne” [5]. Jacques-Alain Miller citó esta expresión en su presentación de Lacan Redivivus, en la librería Mollat: esta espina vuelve a recordarnos su presencia, manifestándose de una manera más o menos dolorosa. En un análisis, se aprende a servirse de ella.


[1] Jacques Lacan, Seminario IV, página 393

[2] Jacques Lacan, Escritos 1. Página 387

[3] Jacques Lacan, Seminario I, página 386.

[4] Laurent É. «  Parler et dire le faux sur le vrai », Quarto 128, p. 68-69. 2021

[5] Jacques Lacan, Juventud de Gide, Escritos 2, página 719

Mi amigo Seldes llamó Palabras a esta breve intervención que haré hoy. Decirlas en una Conversación sobre la libertad de la palabra es un poco inquietante. Aunque como se trata de referirme muy brevemente a la FAPOL eso convierte la inquietud en entusiasmo y me hace evocar el entusiasmo que tuvimos alrededor de una mesa del café Le Select en Montparnasse, cuando una noche de manera inesperada Jacques-Alain trazó frente a Graciela y a mí el mapa en donde aparecía la novedad de una Federación Americana que reuniera de una manera inédita a las Escuelas de América y alterara ese territorio. Ese entusiasmo fue acompañado de inmediato por Leonardo Gorostiza quién era en ese momento el Presidente de la AMP.

FAPOL apareció  en ese mapa mirando a la EFP, la Euro Federación de Psicoanálisis que en esos momentos estaba cumpliendo una tarea relevante demostrando la importancia de intervenir como Federación frente a los poderes públicos a la hora de enfrentar en la sede de la Unión Europea en Bruselas el conflicto suscitado sobre la reglamentación de las prácticas psicoterapéuticas, saliendo activamente en respaldo de los colegas.

Esa mirada sobre la EFP debía preservar las diferencias y las asimetrías entre ambas Federaciones en cuanto a su incidencia sobre las Escuelas. Pero su mira común era convertirse en un instrumento institucional contra los ataques al Psicoanálisis y la defensa de nuestros principios, de los principios del Psicoanálisis, frente al Otro social y sus discursos cuando estos afectaran, porqué no decirlo, la libertad de la palabra.

FAPOL reuniría a las tres Escuelas americanas de la AMP, y sería el relevo de la AMP-América. De hecho funcionó de relevo  desde su creación en el año 2012 y durante los dos años de la presidencia de Elisa Alvarenga, implicándose en ese momento en temas comunes a las tres Escuelas a pesar de la diversidad de situaciones que el ámbito de ellas suponía. Se asumió también en ese momento la responsabilidad de la organización del ENAPOL. Si no recuerdo mal ese fue el VI Enapol lo presidió Ricardo a mediados de 2013.

Hacia “afuera” FAPOL tendría la posibilidad y la responsabilidad de la interlocución con las instancias políticas, con los poderes públicos, legisladores, organizaciones no gubernamentales, órganos de opinión, el medio académico y científico. Al ser pensada como una Federación y abarcar América, podría tener como tal una capacidad representativa y un peso mucho mayor que el local, ante esos estamentos. Eso se demostró rápidamente cuando la FAPOL intervino en diciembre de 2012 en la controversia con la Sociedade Brasileira de Pediatria sobre la medicalización de los niños y los diagnósticos y tratamientos de las TCC. Era el tono de los conflictos de ese momento y los ejemplos a partir de allí fueron múltiples.

Además la FAPOL, hasta ese momento solo un significante vacío pero que como todo significante vacío tuvo su potencialidad política, iba a canalizar de manera transversal entre las Escuelas lo que llamamos “la acción lacaniana”. Esos fueron sus dos ejes y ese fue el puntapié inicial.

La realidad efectiva muestra por supuesto después de 10 años los claroscuros previsibles entre los propósitos y las realizaciones, pero es evidente que los principios que se inscribieron en ese mapa siguen vigentes.

Observatorios

Con la primera permutación en 2014 cuando tomé la presidencia, se hicieron solo dos modificaciones: se creó un Bureau que acompañaría al Consejo, formado como hoy por los presidentes y Directores de las 3 Escuelas, y se crearon 5 Observatorios.

Eso a mi juicio abrió otro frente de trabajo transversal con la mira puesta en la “acción lacaniana”. No concebimos a los Observatorios para realizar una elaboración teórica y esclarecernos y hablar entre nosotros, no. Para eso las Escuelas, la AMP y el Campo freudiano tienen sus propios instrumentos y que funcionan muy bien. Los concebimos  para “observar” y elucidar el estado de un tema en la cultura en un momento y un lugar determinado. Para ponderar las diferencias culturales que atraviesan América, y  tener en cuenta con esa “observación” la heterogenidad de los contextos en los que el Psicoanálisis se aplica y permitir si fuera necesario intervenir como Federación. Una primera “observación” definió los temas que nos parecieron relevantes…en ese momento!!. En algunos casos esos temas se demostraron anticipatorios de problemas que hoy han estallado y que no es necesario que los recuerde. Creo que siempre hay que tener en cuenta que a ese nivel la agenda política y cultural no la imponemos desde el Psicoanálisis. La idea era simple:  los Observatorios aportarían material concreto para apoyar y orientar la acción lacaniana.

Para terminar con este punto diré que siempre nos orientamos por esa clara definición de Miller cuando advierte que la dificultad que tenemos de hablar la lengua del Otro no debe mimetizarnos con ella, ni adormecer nuestro discurso para hacerlo políticamente correcto, sino que se trata de ponerlo en forma, como se pone en forma la demanda en el comienzo de un análisis, para hacer escuchar aún lo que el Otro rechaza. En eso estamos siempre un poco en falta.

Lacan 21 , GLM y Sede Santiago de la NEL.

En ese período se creó Lacan 21. Ponerle ese nombre especial surgió de una charla con Miller donde se subrayó la intención de hacer pasar el nombre de Lacan al discurso de la cultura y de la época y FAPOL tuvo el privilegio de nombrar así su primera publicación.

Un largo trabajo con los colegas  de Montevideo permitió que la AMP reconociera al GLM (Grupo Lacaniano de Montevideo) como grupo Asociado a la AMP

Finalmente quiero destacar que el intenso intercambio de la FAPOL con los distintos grupos e iniciativas en Chile, que llevaban vinculados al Campo freudiano por casi 15 años, permitió que dieran el paso necesario lo que precipitó finalmente en la fundación por parte de la NEL de Sede Santiago.

RUA

En el anuncio conjunto entre la FAPOL y la AMP en el que comunicó la creación de RUA, que al mismo tiempo era una convocatoria a los colegas en la Universidad decíamos con M.Bassols quien era el Presidente de la AMP:

En el contexto de acción de las Escuelas de la AMP en América se verifica la influencia cada vez más creciente de la Universidad, importancia que sin duda será aún mayor en el porvenir inmediato. A su vez, las vías culturales dominadas por el discurso científico son cada vez más resistentes a la transmisión del psicoanálisis. El Psicoanálisis no debe ceder lugares de esa relevancia, ni aceptar ser excluidos de esos claustros”.

Que esta red se llamara RUA fue un cierto  reconocimiento , y una especie de  chiste entre nosotros, a los colegas brasileros quienes fueron los que nos advirtieron en aquel momento del crecimiento de una muy fuerte iniciativa de lo que llamábamos la “nebulosa lacaniana” por cooptar a psicoanalistas profesores regulares dentro de la universidad con la excusa de un proyecto editorial. JAM fue categórico al impulsar esta iniciativa que le propusimos y que en principio reunió a más de 50 colegas titulares de cátedras en toda América. No quiero repetir lo que ya todos saben sino destacar que RUA se creó como un instrumento de intervención que contuvo ese conjunto y abrió posibilidades inéditas. Recuerdo su entusiasmo cuando le dije que si se quisiera se podría instalar un tema o un debate en más de 50 cátedras de universidades simultáneamente o que colegas afectados por obstáculos cuando no por exclusiones tuvieran un contexto potente para defender al Psicoanálisis.

Voy a terminar esta intervención con una frase de JAM de 1998 que tomé para  orientarme en aquel momento en que me tocó estar en la FAPOL y que se la trasmito a Ricardo hoy que asume la Presidencia: “…se trata sostener los principios, aún los más radicales, pero tener en cuenta las realidades en la aplicación […] la política lacaniana no es irrealista. Es radical y al mismo tiempo realista” [1] .

 

Mauricio Tarrab


[1] Miller, J.-A.: Política Lacaniana, Colección Diva, Buenos Aires, 2002, pág. 48.

Estimados colegas del Consejo FAPOL, Bureau saliente, Bureau entrante, Presidenta Honoraria de la FAPOL, Flory Kruger, Presidenta de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, Christiane Alberti, y toda la comunidad presente:

Debo confiarles que estoy muy satisfecha del trabajo que hemos realizado en la FAPOL. Servir a la causa analítica desde la función de la Presidencia ha sido para mí el mayor de los honores. Estoy muy agradecida por haber tenido esta oportunidad.

Con Ricardo Seldes y Iordan Gurgel, conformamos un equipo formidable, balanceado: el optimismo, y el saber de la experiencia, lo nuevo y las buenas ideas, y la frescura de lo múltiple, siempre en una interlocución permanente sostenida en la confianza.

Logramos muchas cosas y, por supuesto, dejamos abiertas otras, para ser puestas al trabajo en la gestión que continúa, que orientará el marco político e institucional bajo el cual se desarrollarán.

Asumimos la función en septiembre 2020, inaugurando el Reglamento interno, en un contexto de plena pandemia e incertidumbre. El primer reto fue promover los encuentros y los lazos entre las tres escuelas para dar cuerpo y sustancia a la federación. Lo hicimos partiendo del Bureau, con el Consejo, cuidando la esencia del espíritu del ENAPOL, al interior de los Observatorios, y por supuesto, también de las Redes.

En estos 21 meses de gestión hemos trabajado siempre respondiendo a la orientación de la AMP, concernidos por el compromiso de fortalecer la presencia de nuestro discurso en el Otro social y reafirmar la posición del psicoanálisis frente a los síntomas actuales, en la universidad, las instituciones y la cultura, en articulación con el Campo Freudiano y cuidando de alojar el deseo de los jóvenes concernidos por la causa analítica.

Para ello, contamos con la colaboración y participación de muchos colegas, a quienes, es, ahora, la oportunidad de reconocer y agradecer.  Especialmente, Susana Schaer desde la Secretaría de Prensa, colaboradora fundamental en nuestras comunicaciones, quien se ha encargado también de la organización de este gran evento junto con Carlos Rossi, siguiente responsable de esta Comisión tan clave. Gisela Hirschfeld y Gonzalo Zabala, nuestro soporte técnico en medios, me han apoyado confeccionando un breve video que resume el trayecto recorrido y que, a su vez, permite dar a conocer públicamente el aparato de trabajo que, de manera muy dedicada y a veces no tan visible, ha llevado adelante la administración, organización y ejecución de las tareas en el interior de las comisiones de trabajo, así como el trabajo político e intelectual de los Consejeros y Coordinadores de los Observatorios y Redes que en este tiempo han protagonizado los debates políticos y los acontecimientos FAPOL.

De este recorrido, me llevo cantidad de enseñanzas. Ocupar funciones en la estructura institucional abre las puertas para ampliar la perspectiva y entender un poco mejor el complejo panorama organizativo y político que nos reúne en función de nuestra causa.

Hay un elemento muy curioso que me gustaría destacar y que se capta muy bien, especialmente, a la hora de nuestros encuentros y, como no podía ser de otro modo, también en nuestra economía. En la FAPOL se habla el español en sus variaciones de tonos y acentos, el portugués y, generalmente, ese portuñol que, a partir de la mezcla de una y otra lengua, nos da la ilusión que nos entendemos un poco más y que nos podemos aproximar a la comprensión del decir del otro. Se vive la experiencia constante de lo heterogéneo y la Otredad, siempre hay un resto enigmático respecto de qué habrá querido decir el otro.

En el plano de la economía es bien evidente también: tenemos tres monedas y cuando queremos saber de qué valores estamos hablando, nos encontramos con las fluctuaciones financieras y los avatares de las economías locales, que nos recuerdan que los números son también siempre relativos y que finalmente, para un país quieren decir una cosa y para otro, otra cosa.

En este contexto, es muy impactante encontrar que, finalmente, el elemento común que reúne toda esta diversidad separada por los usos horarios, las lenguas y los goces, resulte el deseo de trabajar por el psicoanálisis de la orientación lacaniana y su transferencia con la causa analítica, efecto de la presencia viva del deseo de Lacan en América.

En este contexto, quisiera entregarle a Ricardo Seldes un regalo especial para su escritorio, pero solo hasta abril del 2024 -si estamos de acuerdo-, con la idea que, luego, deberá pasar a Fernanda Otoni y así sucesivamente. Mi propuesta es que sea un objeto que circule de presidente a presidente.

A la hora de pensar qué objeto podría acompañar los actos de permutación, me inspiró, entonces, la apreciación de Ricardo por lo artístico. Pensé que la FAPOL se originó porque Jacques-Alain Miller algún día imaginó el valor de una federación americana de psicoanálisis de la orientación lacaniana en América. Él la soñó y luego, sus sucesivos responsables, trabajaron para hacerla existir.

Se me ocurrió que nuestro logo, representado por ese eolio que sopla sus vientos en América, podría pintarse con una técnica artesanal que es muy bella y detallista, utilizando los colores de las distintas banderas de los 12 países que conforman la FAPOL. Se trata de la famosa técnica de los alebrijes mexicanos, pero, en este caso, proveniente del pincel de una artista brasileña radicada en la Ciudad de México, que se llama Marina Soares, quien trabajó con mucho entusiasmo y paciencia hasta lograr la pieza a la medida.

Espero que les guste, llevó mucho esfuerzo conseguirlo, tarea para la cual conté con el apoyo de Xóchitl Enriquez Carrola –asociada de la NEL-cf Ciudad de México- que me ayudó a resolver cada uno de los obstáculos para hacer esta pieza realidad.

Finalmente, quiero expresar mis mejores deseos para Ricardo Seldes y su Bureau, compuesto por Fernanda Otoni y Mónica Febres-Cordero, quienes conforman un excelente equipo y estoy segura, sabrán conducir a la FAPOL de acuerdo con las coordenadas de este nuevo tiempo, orientados, como siempre, por los principios éticos y políticos de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, presidida en este período por Christiane Alberti, a quien agradezco su presencia y su generosa participación hoy.

Agradezco la presencia de todos ustedes, a los presentes por intermedio del partenaire-Zoom, y a quienes nos acompañan acá, en esta sala de la EOL, tan querida… A los que desde toda América y más allá de sus bordes comparten lo que la orientación lacaniana nos enseña y a ese precioso no-saber, centro de las Escuelas, que nos incitan a trabajar para el psicoanálisis.

Estos años de labor con Flory Kruger, Viviana Berger y Iordan Gurgel, con el Consejo FAPOL y decenas de colegas que han ofrecido su tiempo y su libido a la FAPOL me han enseñado tanto y es lo que me propongo continuar en acto en los próximos dos años.

Una Escuela en el sentido antiguo era un agrupamiento de gente alrededor de alguien que pensaba bien, que podía hacer una transmisión y provocaba lo que llamamos transferencia. De allí que pueda ser referida como una confianza en cuanto al saber y definirse como un conjunto de personas que siguen una enseñanza, se refieren a un lugar y a un maestro que ha dado su orientación. Un lugar con libertad. Es anterior al sistema llamado universitario cuya relación al saber es clave, pero bien diferente.

Lacan crea cuatro discursos en donde utiliza el saber como una de las piezas de la relación del sujeto a los significantes que lo constituyen y al plus de gozar que se produce en sus relaciones.

Las Escuelas tienen una función notable en la conversación que se produce con el Otro social que pone en cuestión nuestros principios en nombre de los derechos. ¿Acaso el psicoanálisis no apunta a lo más singular de cada sujeto que es su modalidad de goce?

El psicoanálisis cambia, es un hecho. Cambió, otro orden simbólico y otro real, distintos de aquellos sobre los cuales se había establecido. Cambia de hecho, en algunas de sus formas, no en sus principios.

El empuje a creer que soy lo que digo, como me autopercibo, va en contra del paso freudiano de que el inconsciente que habita a cada uno es que no sabe lo que dice, ni quién es, ni sabe lo que quiere. ¿Cómo hacer en la práctica analítica en un mundo en donde la interpretación quiere ser forcluída por las leyes, es decir desaparecida como si nunca hubiera existido?

A partir de la cuestión “trans”, que ha modificado las perspectivas sociales y discursivas, el psicoanálisis ha retomado la pregunta acerca de la relación entre el derecho a decidir por la identidad y el valor que damos a la interpretación. El psicoanálisis debe interpretar no solamente a los pacientes, a los analistas sino también al psicoanálisis mismo en relación al Amo del que se trata en cada lugar, en cada tiempo. Los obstáculos a la interpretación se llamaron resistencias en los años 20, la época de las Stars de Hollywood. Los analistas debían interpretar el goce que entraña el resistirse al desciframiento significante. Inventaron variadas cuestiones para tratar ese real.

¿Cuánto influye la forclusión de la interpretación en los análisis que conducimos? No es lo mismo cuando en una sociedad determinada hay una transferencia previa al psicoanálisis y los que consultan traen preinterpretaciones o interpretaciones de pleno derecho. Se comienza con eso. ¿Y cuando esto no ocurre?

Del lado del analista la interpretación depende de su posición con respecto a la transferencia, al inconsciente, al acto y sus consecuencias. Su formación que consiste en el pulido de lo que llamamos deseo del analista implica desde el primer momento la prudencia, el tacto, saber cuándo decir, cuándo callar, cuándo interpretar las identidades y cuándo es mejor no tocarlas, sin una posición interpretativa ni bulímica ni anoréxica.

Hay modalidades que cambian, no se interpreta hoy del mismo modo que hace 100 años, 50 o incluso 10. El psicoanálisis lacaniano es sensible al amo de su época porque sabe que los síntomas dependen también de la lengua que nos habita, la que también va cambiando.  “La lengua está hecha para hablar de lo que no existe, lo que significa que la libertad está en la lengua” ha planteado J-A. Miller en Polémica política.

¿Con qué fenómenos de goce nos encontramos hoy? Comienzan a producirse nuevos modos de decir, recordemos las preciosas ridículas. “Si hoy en día no llamamos a los sillones las comodidades de la conversación, es por pura casualidad, hay cosas que triunfan y otras que no. Estas expresiones que pasaron a la lengua encuentran pues su origen en un giro de conversación de los salones, donde se intentaba lograr un lenguaje más refinado” definió Lacan en el seminario 3.

¿Cómo debemos hablar, actuar, pensar ante un Otro social que con las mejores intenciones (de las que está lleno el infierno) desea la libertad de derechos para todos y sin embargo la restringe, hace callar, reprime? La FAPOL se sostiene del discurso analítico para leer los síntomas y así interpretar, debatir, interrogar a quienes se sostienen de un significante amo para ejercer sus poderes.

Los observatorios y las redes de la FAPOL, tal como lo ha planteado hace unos momentos Christian Alberti, Presidenta de la AMP, deben estar atentos al contexto en el que hacemos nuestra oferta de psicoanálisis, oferta que crea demanda, y en esa atención, en sus funciones de escuchas, estar presentes donde sean necesarios para sostener la libertad de la práctica analítica, así como la transmisión de su saber. El nuevo buró se dedicará a redefinir las políticas analíticas junto con los Observatorios y Redes para redefinir sus alcances, sus objetivos, sus preguntas, el tiempo que precisan para arribar a conclusiones y encontrarles sus cauces. Comenzaremos con las mínimas preguntas: ¿qué es hoy un observatorio, qué es una red? Y fundamentalmente cuál es su función, su utilidad.

Dejaremos en suspenso, y no por mucho tiempo, el debate acerca de las relaciones entre el discurso analítico y el discurso universitario. Este debate no se superpone con la responsabilidad que tienen las Escuelas de la FAPOL con respecto a los colegas del Campo freudiano que son docentes en las universidades latinoamericanas, donde arrecian las críticas y embates que se despliegan en contra del psicoanálisis por los grupos feministas, con quienes apostamos tener un diálogo posible para demostrar que el psicoanálisis es su aliado y no su enemigo. Si ese diálogo se demuestra imposible sostendremos la lucha y nuestra voz se hará escuchar también.

La misma RUA, la red Universitaria Americana de la FAPOL, creada hace algunos años por Mauricio Tarrab, RUA federativa; en sus últimas reuniones ha traído un detalle que no se nos puede escapar. Lo ha planteado Ianini de Brasil, que encontró eco en Naparstek, Aksman y Delgado de Argentina y es el siguiente: mientras debatimos con los grupos feministas, en ese río revuelto, la ganancia va para los comportamentalistas que aprovechan el espacio para fomentar esas terapias que permiten desembarazarse del paciente lo más rápido posible, y pretenden dejar de lado la verdad que es la Cosa del sujeto hablante. Esto no es algo que sucede solamente en las universidades.

Hay posiciones políticas, y no armemos nuevos prejuicios, que pretenden armar dispositivos asistenciales exclusivamente cognitivistas, la aplicación de neurociencias, y esto es con el apoyo financiero de los Municipios.

Marcel Proust no vaciló en señalar que “las paradojas de hoy son los prejuicios de mañana, ya que los más espesos y desagradables prejuicios del momento tuvieron un instante de novedad en que la moda les prestó su gracia frágil” (1)

Contamos con datos fehacientes que pasaremos al Observatorio de Legislaciones, que prueban la promoción de las TCC, o sea de métodos, tan expeditivos como necios y dañinos, de autocoerción mental inducida. Buscan imponerse, en conformidad con su naturaleza profunda, de modo autoritario. Y recuerdo una idea de J-A. Miller, acerca del descaro que vuelve oportuno para los clínicos introducirse en la disciplina hereje y desviada del sinthome para ir contra esa utopía totalitaria. Subrayo “utopía totalitaria”, título de una clase del curso Piezas Sueltas.

Hace aproximadamente 18 años, el Parlamento francés votó una enmienda para conferir al entonces ministro de salud el poder de fijar por decreto las diferentes categorías de psicoterapias y las condiciones del ejercicio profesional para quienes el psiquismo estaría de más, lo mental de tipo freudiano sería patológico, un «trastorno mental». De este modo se desembarazarían del goce que siempre molesta a las funciones vitales, es suplementario, inútil, excesivo, desplazado, nocivo. Es decir que entre el higienismo cientificista y el freudismo hay una antinomia conceptual, que estalló en el campo político.

En aquella época apoyamos desde América esta movida política en defensa de la práctica analítica y sus principios. Fuimos solidarios con nuestros colegas franceses con la “tonta” tranquilidad de que nada alteraría el desarrollo del psicoanálisis en nuestras tierras y la demanda que éste provoca. Ahora comprobamos que el problema se ha instalado acá con gran fuerza aunque opere sigilosamente, tal como lo ha comentado una de las coordinadoras del Observatorio del autismo, Claudia Lijtinstens, quien me ha dicho que ellos se visten con nuestros significantes, usan frases pseudolacanianas, para esconder su accionar y hacer pasar con más facilidad leyes y reglamentos.

Es preciso entonces que los observatorios, con sus objetivos y tiempo limitados, más las redes más permanentes, redoblen sus esfuerzos mancomunados, para luchar contra la forclusión intencionada de la dimensión subjetiva y de la interpretación que le permite al sujeto del inconsciente no satisfacerse en su ignorancia, pasión del ser según Lacan.

El buró de la FAPOL se propone hacer conocer sus encuentros, sus descubrimientos, sus investigaciones a las Escuelas que la componen, incluidos los colegas uruguayos del GLM, para lograr tener un panorama actualizado del Otro en donde funcionamos y así descifrar las tácticas y estrategias necesarias para hacer posible sostener la demanda de análisis para el sujeto que sufre de su cuerpo o de su pensamiento. Nuestra incidencia en lo social se puede resumir en lo que llamamos la defensa del psicoanálisis y en actualizar los instrumentos para extender el filo de la verdad freudiana.

Trataré junto a mis colegas Fernanda Ottoni y Mónica Febres Cordero de mantener viva esta llama que nos permita leer las fuerzas de la época, sus síntomas y dar las respuestas necesarias en un trabajo permanente con la AMP y el Campo Freudiano.

El nuevo Secretario de Prensa y Difusión Carlos Rossi ya ha comenzado a planear una política para que las producciones de la FAPOL no queden en letra muerta. Tendrá un dream team, según su decir, en donde los nombres de Mackling Limache de Lima y Ludmila Feres de Belo Horizonte han encontrado su resonancia con un grupo muy querido de colaboradores. Contaremos también con la Tesorera de FAPOL, Analía Trachter quien por el momento mantiene en reserva el nombre de sus colaboradores.

Como ha dicho el poeta hay un instante en el crepúsculo en el que las cosas brillan más. Este es el momento en el que no sólo empezamos a ver un poco mejor sino que entramos en un tiempo de comprender. Este buró ya se ha puesto un nombre, un pequeño slogan: FAZER JUNTOS. Hacer juntos.

En todo caso, tal como en el apólogo lacaniano de los tres prisioneros, se trata de que salgamos de estos embrollos juntos y así intentar que la conclusión tienda a ser en cada caso un problema de lógica colectiva.

Muchas gracias


(1) Proust, Marcel Los arrepentimientos. Ensueños del color del tiempo en “Los placeres y los días“ – Cs Ediciones- Bs As 1996 – pág 191

PERMUTACIÓN BUREAU SEPTIEMBRE 2020

Flory Kruger, Septiembre 2020

Despedida

Debo confesarles que estoy un poco conmovida, es cierto que sentirme así no es nuevo para mi, suelo emocionarme por pequeños detalles de la vida cotidiana, siempre tengo las lágrimas a flor de piel, supongo que el encierro interminable al que nos somete este virus también hace lo suyo.

Pero en esta oportunidad, es diferente.
No se trata de un detalle de la vida cotidiana, se trata de salir de un lugar que ocupé durante 4 años, y 5 meses agregados, a causa de esta pandemia.

No se trata tampoco del tiempo transcurrido, sino de lo que durante este tiempo hemos recorrido. Un largo camino, al comienzo, de tierra, no precisamente asfaltado. Quizá hoy podemos decir que en algunos tramos ya lo está, lo cual nos permite avanzar mas rápido.
En cambio, en el de tierra, aún hay pozos, algunas piedras, obstáculos que sin duda se irán arreglando a medida que sigamos avanzando, porque como canta Joan Manuel Serrat “se hace camino al andar”.

La Fapol ha crecido, y ese crecimiento se debe al entusiasmo que los colegas encuentran en la tarea que llevan a cabo.
Una transferencia de trabajo opera como motor en cada uno de los espacios, tanto de los Observatorios como de las Redes.

Hemos trabajado mucho para que cada uno encuentre su particularidad, con los Observatorios sobre todo, que en muchas oportunidades se superponían con el espacio de las Redes del Campo Freudiano.
Sigue siendo una tarea central lograr un encuentro en común, un trabajo bien orientado, de complementación y no de superposición.

Durante nuestra gestión, se han inaugurado nuevos espacios.
En el año 2016, como saldo del trabajo que venían realizando los colegas de la AMP en relación con el Autismo con vistas al Congreso, Miquel Bassols, Presidente en ese momento de la AMP, sugiere que el trabajo realizado por los colegas de Latinoamérica, pasen a formar parte de la Fapol. Es así como surge el Observatorio sobre Autismo.

En el año 2017, se crea el Observatorio de Género, Biopolítica y Transexualidad, un espacio donde las problemáticas actuales en relación con la identidad de género y las legislaciones vigentes, son interrogadas desde la mirada del psicoanálisis.

La única Red existente desde los comienzos de la Fapol era la Red Universitaria Americana, RUA. Al ser una Red para los miembros de las tres Escuelas de América y de la AMP, dejaba por fuera a todos los colegas que, estando en transferencia con nuestra orientación, no podían incluirse. Esa fue la razón para la creación de una segunda Red vinculada a la Universidad, la llamamos IUFI, Iniciativa Universitaria de Formación e Investigación, teniendo en cuenta que la Universidad es un lugar estratégico para despertar una transferencia con el Psicoanálisis que permita el acercamiento de los alumnos a nuestras Escuelas para su formación, otra de las formas de impulsar el crecimiento del Psicoanálisis en Latinoamérica.

Es importante destacar que dentro de RUA hubo dos avances muy importantes.
Por un lado, y gracias al trabajo de Olga Molina, se organizó un relevamiento de las investigaciones y de las publicaciones existentes en los medios académicos universitarios, con la finalidad de establecer entrecruzamientos entre los miembros de las tres Escuelas que se encuentran trabajando temas en común.

El otro avance que, para mi gusto es la joyita de RUA, fue la creación de Cythère?, una Revista de Psicoanálisis con publicaciones de miembros de la AMP, acreditada por el sistema de arbitraje e indexada en los portales de las Revistas Científicas. Su Editora, Mariana Gomez, con su excelente disposición y su saber acerca del tema, se ha rodeado de un equipo de excelencia para su producción. Tiene una aparición anual y esta semana acaba de salir el tercer número.

La otra novedad: fue la creación de la Red de Psicoanálisis Aplicado, RPA, un espacio tan necesario en esta época donde la exigencia del Otro social está puesta en la eficacia y sobre todo, en la rapidez de cualquier iniciativa. Contamos con esta Red que responde a las necesidades actuales y que avanza dando respuestas a estas demandas urgentes, de resultados rápidos. Lo nuevo dentro de la RPA fue la inclusión de una mirada del Psicoanálisis en el campo de lo empresarial.

Y finalmente la cuarta Red que se creo en el año 2018, fue la RCP, Red de Cine y Psicoanálisis. Partió de una propuesta de una colega de la EOL, que sostenía un espacio de cine en la ciudad, con excelentes resultados.
Independientemente de que el cine es una de mis preferencias, sabemos que el Psicoanálisis se nutre de la cultura, y que el cine es uno de sus ejes, por lo tanto, era razonable incluirla como una mas de las Redes de la Fapol.

Pero lo mas importante que quiero destacar es que cada uno de estos espacios fueron creados a pedido de los responsables que están a cargo, no los inventamos ni los miembros del Bureau, ni los Consejeros de la Fapol, sino que se le dio un lugar a partir de las demandas recibidas.

Hubo otros pedidos que lamentablemente no pudimos satisfacer, algunos se pudieron incluir en espacios ya existentes, un ejemplo de esto ocurrió con el Observatorio “Infancias”. Ese es el nombre que tiene el Observatorio desde el año 2018. Pero en sus comienzos se llamó “La infancia medicalizada”. El cambio de nombre fue para poder incluir otros temas del niño en relación con la época, como la educación, la escuela, los fenómenos de bullying, los temas jurídicos, además de los de orden médico.

Si bien la Fapol aloja a las 3 Escuelas de Latinoamérica, el Consejo de la AMP ha aceptado una excepción, incluir al Grupo Lacaniano de Montevideo, el GLM, dentro de su estructura y reconocerlos como pertenecientes a la Fapol y, por consiguiente, a la AMP. Se trata de un grupo que viene creciendo mucho en los últimos años en Uruguay, acompañados de cerca por Ricardo Seldes. Sus Directores han realizado un muy buen trabajo de transmisión, generando transferencias que promueven su extensión. Su perspectiva es prometedora.

Respecto de la organización y administración de la Fapol, fue necesario armar algunas comisiones. Para la Tesorería se nombró a Adriana Dirzieh que, junto con nuestro querido Norberto, el Secretario de la EOL, llevaron adelante las cuentas de la Fapol, cuestión nada sencilla que aún hoy estamos tratando de entregar en las mejores condiciones, ya que los inconvenientes del traslado del dinero entre los países de Latinoamérica, no es asunto sencillo, pero hemos dado un paso importante en estas últimas semanas. Esperamos en pocos días poder concretarlo. A partir de ahora todo depende del movimiento bancario.
La economía de la Fapol depende de los Encuentros Enapol. De las inscripciones recibidas hay un porcentaje que queda para la Fapol, y otro porcentaje se distribuye entre las tres Escuelas. Por lo tanto, es muy importante tener mucho cuidado en lo que a la organización del Enapol acontece, y al orden que tenemos que seguir con los gastos y las inscripciones. Es por todo este trabajo realizado que quiero agradecer especialmente a Adriana y a Norberto por el acompañamiento, la eficacia y la tranquilidad con la que en todo momento me han acompañado.

Otro gran agradecimiento es al equipo de Prensa y Difusión, Nora Cappelletti, que se ocupó de reformular y rediseñar la página web, Silvia de Luca que junto con Nora funcionaron de moderadoras de la lista, “Aquí Fapol”, Gloria Casado y María Eugenia Cora ocupadas de Facebook y de Instagram, respectivamente. Trabajadoras decididas a quienes les debo mucho por la ayuda y la fidelidad recibida ¡¡Gracias chicas!!

Simultáneamente con la lista Aquí Fapol, se creó un boletín mensual, “Fapol Today” que a fines del año pasado fue suspendido, porque reiteraba información.

La Fapol tiene a su cargo, cada 2 años, en los años impares, la organización del Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana, ENAPOL. Ese evento tiene una gran convocatoria y está orientado hacia el afuera de las Escuelas, por supuesto sin dejarlas de lado, ya que sus miembros son, en cada oportunidad, los anfitriones de estos Encuentros. El Enapol se realiza cada vez en una de las tres Escuelas de América. En el 2021 la Escuela elegida es la NEL. Por ahora está pensado como un Enapol virtual, salvo que las condiciones sanitarias mejoren y se pueda pensar en algo presencial, veremos…

La convocatoria para estos Encuentros se dirige a los lugares donde la Fapol desarrolla sus actividades, Escuelas, hospitales, universidades, centros de salud, etc. encuentros heterogéneos pero atractivos ya que se eligen temas de interés para el gran público.

Y ya para ir terminando quiero agradecer a mis compañeros del Bureau. A Cristina Gonzalez que estuvo un corto tiempo porque su traslado a Miami, obligó a su renuncia, reemplazándola Raquel Cors Ulloa que con su capacidad y talento supo rápidamente incorporarse al trabajo de la Fapol. A Romulo Ferreira da Silva, en particular, que fue el responsable de nuestra Revista virtual Lacan XXI, Revista que seguramente todos conocen y que junto con su equipo han podido obtener un producto de excelencia. Tanto con Raquel como con Romulo hemos trabajado muy cercanamente, no siempre al mismo ritmo, (era la queja de Romulo), pero sin duda con mucho respeto y dedicación. Gracias entonces a ambos por este tramo compartido.

Y finalmente, gracias al Consejo Fapol que, con su orientación política, estuvo siempre presente, ofreciendo sus sugerencias, pero sobre todo, apoyando nuestra gestión.

Me quedan cientos de agradecimientos, imposible nombrarlos a todos, Coordinadores y Responsables de Observatorios y Redes, antes y después de la permutación que realizamos el año pasado, gracias a los Miembros de las tres Escuelas de América, EBP, NEL, EOL, gracias a todos los que de una u otra manera han trabajado y lo seguirán haciendo, acompañando el crecimiento y desarrollo de la Fapol.

Entregamos en este acto la conducción de la Fapol a Viviana Berger, Ricardo Seldes y Iordan Gurgel, a quienes les deseo un trabajo fructífero sabiendo, porque los conozco bien, que seguirán aumentando con su creatividad y su eficacia el trabajo que venimos realizando.

¡¡¡Mucha suerte queridos amigos!!!

Viviana Berger, Septiembre 2020

Encuentros

Estimados colegas del Consejo FAPOL, Bureau saliente, Bureau entrante, y Presidenta de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, Angelina Harari:

Ante todo, quiero decir que es un honor para mí asumir la función de Presidente de la FAPOL a la que he sido convocada, que llevaré adelante con mi mayor compromiso y responsabilidad.

El acontecimiento de permutación para nosotros es siempre causa de festejo, porque introduce una escansión en el automatón que promueve la renovación, para seguir jugando la partida con piezas nuevas, innovando y a su vez respetando nuestro acervo originario. Es la oportunidad también de reconocer a los colegas que han sostenido la causa desde las instancias de administración y agradecer su dedicación y los frutos de su trabajo que nos heredan.

Los inéditos tiempos que corren parecen inaugurales de una nueva Era, como si un trozo de futuro hubiera impactado en nuestra civilización. Por un lapso quedamos detenidos, a la espera de alguna claridad; luego, haciendo frente a la incertidumbre, decidimos no quedar estancados por el confinamiento, y proseguir, mantener viva y activa nuestra estructura y nuestro quehacer. Es por ello que estrenamos hoy esta mecánica inédita que nos posibilita reunirnos por la vía de la virtualidad y formalizar este acto inicialmente programado para el mes de abril pasado.

A la luz de la experiencia actual, nos seguiremos valiendo de los recursos tecnológicos que nos permiten atravesar las fronteras facilitándonos una fluidez preciosa para el estrechamiento de nuestros lazos que, por su cartografía, se propagan a lo largo y ancho del extenso continente que es América.

En nuestro continente la FAPOL abarca un territorio muy vasto, nuclea 39 ciudades de 12 países diferentes, donde se hablan las lenguas de América en sus variaciones de tonos y acentos. Es así que nuestra estructura reúne una gran diversidad cultural asociada por una causa común, cuyo sentimiento de comunidad se asegura a través de sus encuentros -el gran desafío será entonces promover que ello acontezca, aún en los tiempos de pandemia.

Los medios tecnológicos nos permiten reunirnos con más asiduidad, acercarnos y conocer a nuestros colegas vecinos, enterarnos sobre los avances en sus trabajos, interesarnos por los programas innovadores que se llevan adelante en las localidades, intercambiar experiencias, querer saber más. Vengo de una escuela cuyo agalma es el valor del encuentro. Su dato singular: tiene su punto austral en Santiago de Chile y su extremo norte en la Ciudad de México, en el centro su espíritu caribeño, cálido y apasionado. Sobre el fondo de la complejidad de esta extensión y diversidad de matices locales, en esa tensión vital entre lo Uno y lo múltiple, se precipita la contingencia del encuentro que reafirma el deseo.

El nudo que sostiene al psicoanálisis no es ningún misterio, se halla en la reunión de nuestras escuelas. ¿¡Qué mejor fortaleza para hablar con el Otro social, representarnos ante los poderes públicos y políticos, y ampliar nuestro horizonte de incidencia y acción!?

Estamos advertidos que estos días futuros de hoy, tal como lo anticipó Lacan visionariamente, anuncian un inminente feroz retorno del discurso del Amo. En este porvenir los analistas y, en particular, desde nuestra Federación, habremos de hacer que el psicoanálisis exista “contra el discurso de la ciencia que invade las diferentes actividades humanas”[1], tomando a cargo ese residuo no cientifizable. Cito a Jacques-Alain Miller: “Ante todo, es acoger lo real, el nuevo real, el real que es producto del discurso de la ciencia y que ya nada tiene que ver con la naturaleza”.[2]

Esta gestión recibe una FAPOL sólidamente constituida, con su Reglamento Interno, y con un armazón fecundo que responde a las políticas que la inspiran: los Observatorios y Redes, las revistas Lacan XXI y Cythère? para el campo de la universidad, sus medios de difusión y comunicación, y su gran acontecimiento bianual: el Encuentro Americano del Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana. Nos toca entonces, hacerla avanzar por su camino, acompañando las iniciativas, alojando el deseo de trabajar de los colegas y atendiendo el affectio societatis que respira en nuestras estructuras.

Cuento en la gestión con dos magníficos compañeros de navegación: Ricardo Seldes como Vicepresidente y Iordan Gurgel, como Secretario, con quienes en este tiempo preliminar a la permutación hemos construido un lazo amable de confianza y camaradería. Además, a partir del reconocimiento tan especial que Jacques-Alain Miller ha otorgado a nuestra querida Flory Kruger, la FAPOL contará para su administración con su consultoría en tanto Presidente Honorario, y fundamentalmente, con el Consejo, constituido por dos representantes de cada una de las Escuelas de América, junto con la Presidente de la AMP, Angelina Harari, quien nos orienta de cerca respecto de las coordenadas éticas y políticas de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.

Para finalizar, en tanto servidores del discurso analítico, los invito a compartir esta travesía, que para mí tiene matices épicos -como no podía ser de otra manera-, para contribuir todos juntos al movimiento del psicoanálisis aplicado de la orientación lacaniana en América.

Concluyo, entonces, con esa frase de Lacan tan inspiradora:

«No soy yo quien vencerá, sino el discurso al cual sirvo.»[3]


NOTAS

  1. Miller, J.-A., “El psicoanálisis es una epidemia”, Un esfuerzo de poesía, Editorial Paidós.
  2. Ibid.
  3. Lacan, Jacques, «El atolondradicho», en Otros escritos, Paidós, Argentina, 2012, pág. 499.