Septiembre 28 de 2023
Sede de la EOL, Buenos Aires
Con una nutrida asistencia (de más de 100 personas), entre presencial y virtual, se llevó a cabo el pasado jueves 28 de septiembre, en las instalaciones de la Sede de la EOL en Bs As, el encuentro de los participantes de la Red de Psicoanálisis Aplicado de la FAPOL, contando con la presencia de colegas, miembros y no miembros, de las tres Escuelas de América: EOL, EBP y NELcf. El encuentro se realizó previo al inicio del XI ENAPOL.
Bajo el título INSTALACIONES ANALITICAS EN LAS INSTITUCIONES, se dio una enriquecedora y muy viva conversación, alrededor de las cuestiones y preguntas que surgieron a partir de las elaboraciones presentadas por tres colegas que nos transmitieron, su experiencia en el campo institucional, sus impases e invenciones en cada una de ellas.
Musso Greco, -de la EBP- presentó la experiencia de “Desembola na ideia” (Desenmarañando el pensamiento por la conversación), que fué comentada por Laura Arciniegas. Un proyecto clínico y social en Belo Horizonte, que trabaja con adolescentes en situación de grave vulnerabilidad, en cumplimiento de las medidas socioeducativas de la justicia. Partiendo de la pregunta de cómo incorporar los principios que nos guían en las políticas públicas, y sabiendo que su demanda, – la del discurso del amo-, busca adaptar conductas, medicalizar el malestar, producir estadísticas exitosas, el reto aquí es, cómo instalar o abrir campo al discurso analítico, para hacer posible un tratamiento de lo singular de los adolescentes. Una serie de estrategias que permiten ubicarse de manera extima en relación con la Institución ha sido necesario, manteniéndose a distancia respecto del goce asistencial o punitivo.
Un invento en que participan, artistas y psicoanalistas. No enseñan, no adaptan, no educan, ni reeducan pues el carácter desenlazado de los adolescentes, merece un abordaje con un calculo de lo real, para provocar un encuentro diferente y dar lugar, a partir de la posición del practicante, a una escucha y un hacer que de lugar a la singularidad e invención de cada uno. Así, el discurso del amo es aquí subvertido para dar lugar a la presencia y la invención, como espacio de tratamiento al malestar subjetivo de estos adolescentes.
Por su parte, Irene Greiser de la EOL, presentó una experiencia que titulo “Análisis por encargo” y que fué comentada por Paula Borsoi. En su obra demuestra la lógica del discurso analítico, lo opuesto al discurso común, es decir, el analista no opera por la vía del ideal, se ocupa de los restos que caen, provenientes del discurso, permitiendo así una lectura del síntoma de cada uno, localizando las marcas del trauma y las fijaciones del goce. Se pregunta cuáles son los límites y los alcances en la práctica institucional, para la instalación del discurso analítico.
En la institución, señaló Irene, los tratamientos no son demandados por el sujeto y quienes los demandan apuntan a estandarizarlos y adaptarlos. Es necesario entonces tomar la institución como sujeto, no satisfaciendo la demanda sino interpretándola. ¿Cómo convertir este obstáculo en trabajo?
Irene demostró, a través de una experiencia de supervisión, un alcance que amplía la lectura, poniendo en práctica este callejón sin salida. Es una apuesta para reducir los efectos moralizantes presentes en la institución. La supervisión es una pregunta que, a través de la presencia del analista, mantiene la dimensión del objeto, impidiendo que lo universal se cierre. La supervisión es un dispositivo muy importante para manejar lo real que está en juego en los protocolos, para que el sujeto no desaparezca, manteniendo vivas sus invenciones singulares.
Gabriela Urriolagoitia de la NELfc, presentó su elaboración titulada “Instalar, Prender, Apostar” que fué comentado por Gabriela Salomon. Gabriela U. Partió de la pregunta por cómo recoger las transferencias que se producen en la Universidad donde dicta dos materias con contenido psicoanalítico. Al final de la carrera cuatro alumnos la contactan y ella les propone hacer una pasantia en el Pabellón de Psiquiatria del Hospital de Clínicas, ya que tiene allí una transferencia con el psiquiatra. Les propone a abrir un espacio de supervisión de su práctica. En cada encuentro se presenta un caso y se conversa entre todos.
Gabriela nos transmite las resistencias que existen en la Universidad contra el psicoanálisis. Nos advierte que los jóvenes de hoy están tomados por múltiples ofertas de formación, marcadas por la eficacia. Este grupo de jóvenes acepta la propuesta de supervisar con Gabriela a la vez que supervisan también con una docente de Psicología Clínica Cognitiva. Piensan que los casos de psicosis pueden supervisarlos con ella y los de neurosis desde lo cognitivo.
Por una contingencia alguien trae un caso de neurosis que Gabriela lee desde la transferencia y la posición del analista. Se sorprenden “¡entonces, desde el psicoanálisis también se puede intervenir en las neurosis!”.
El efecto de ese espacio de supervisión es la valorización de la práctica, haciéndole lugar al factor (a) mencionado por Miller en “Cuestión de Escuela: Acerca de la garantía”, donde se desliza lo singular del sujeto que es inconmensurable.
Los efectos que se producen son notables: Los psiquiatras comienzan a mandarles pacientes a estos egresados, la Carrera de Psicología hace un convenio formal con el hospital para los pasantes y Gabriela es aceptada como supervisora de ese espacio.
La experiencia nos enseña lo que Miller refiere cuando dice “el psicoanálisis con su voz bajita” tratando de infiltrar el discurso analítico a través de los intersticios. La apuesta es prender el deseo: el grupo de jóvenes comenzó a asistir a espacios de formación en la Escuela.
Luego de las presentaciones se dio una muy enriquecedora conversación, permitiendo ubicar que, encuentros como este son muy importantes porque el psicoanálisis aplicado impone con fuerza, a través de su presencia en la ciudad el psicoanálisis puro, manteniendo así el psicoanálisis vivo y presente en el mundo. ¡Cosas importantes acontecen en la Institución!
Si bien, la articulación entre lo particular y lo universal es un reto, el deseo del analista permite, operar, cada vez, para instalar algo del discurso analítico. La posición del psicoanalista, ha de circular y transitar entre un adentro y un afuera. Una articulación borromea en cada caso y en cada lugar, al servicio de la invención, única manera de hacerse un lugar. Aprender del otro, sin tomar aires de superioridad que pueden generan rechazo, puede dar lugar a la apertura.
Estar entre otros discursos, sin dar consistencia imaginaria a los impasses, hacerlo funcionar, mantener abierto el campo de traslado, posibilitando su instalación, tanto con los pacientes como con el equipo.
Sumisión a las políticas públicas, para subvertirlas cada vez con responsabilidad, con la guía de darle la palabra al sujeto, para que él mismo invente sus propias respuestas, sus soluciones sintomáticas, que no encajan en lo universal. El discurso analítico no sirve a la dominación ni a la normalización. Se trata, cada vez, de construir intervenciones distintas, a través de sutilezas, vacíos, intersticios, vínculos, y con la marca de un estilo propio.
La RPA adopta el discurso analítico de una manera sin precedentes: forma una red, hace lazos, mantiene al sujeto articulado y elimina la soledad radical. ¿Cómo podemos hacer que funcione de forma viva y permanente?
¿Cómo hacer que la demanda del sujeto vaya más allá de lo que pide el Otro?
Las experiencias presentadas dieron cuenta de cómo, orientados por el deseo del analista, se puede llevar el discurso analítico a Instituciones de una manera inédita. Más que un espacio de intercambio, el encuentro fue ¡una experiencia de formación!
Sostener los encuentros con una mayor frecuencia en el año es necesario. El próximo encuentro se llevará a cabo por zoom, el sábado 16 de marzo del 2024!
Gabriela Salomon, Paula Borsoi, Laura Arciniegas.
Responsables RPA de la FAPOL.