Sin «protocolos» y al ritmo del interés que provocó la formulación «chalecos para todos«, la Noche de FAPOL dio comienzo con la palabra de los responsables del Observatorio de Medicalización de la Infancia: Diana Campolongo y Gustavo Stiglitz.
Se transmitieron los ejes del informe de las tres escuelas (EBP, NEL, EOL) elaborados en septiembre último, en el marco del ENAPOL. Que dan cuenta del pasaje del antiguo «chaleco de fuerza«, al moderno «chaleco químico«, a la moda actual del «chaleco ideológico«. Es decir, del tradicional intento de normalizar la locura, se pasó a la ampliación y difuminación del control médico más allá de la enfermedad; hasta la actualidad, en la que se potencian estrategias de colonización simbólico/reales –de todos los individuos- a través de discursos y objetos tales como el «capital mental« y los «chalecos de peso«, respectivamente.
Así mismo, jóvenes analistas del Hospital Piñero presentaron dos viñetas clínicas. Dos casos de niños autistas en los que, la posición e intervención del discurso analítico, hace la diferencia, en favor de la singularidad. Lo real del autismo en la infancia, que angustia a los padres y actores sociales, desata los dioses oscuros de la patologización, segregación y medicalización. Sin embargo, las contribuciones dieron cuenta de que, en el entrecruzamiento con la escuela, el hospital, lo público, lo privado, la inter-diciplina, es posible localizar intersticios o puntos de fuga en los que el analista se sabe hacer lugar, demostrando su eficacia.
Se extrae de allí también, la falsa oposición entre pharmako y psicoanálisis, evocando una contribución del Observatorio de la EBP, que realizara este año una entrevista a Maríe Helene Brousse. Quedando clara la diferencia entre medicación y medicalización; debiéndose esta última, a la pretensión de la hegemonía del poder médico, al precio de funcionar como dispositivo –sobresaliente- de control social. En clave analítica, diremos que, la medicalización de la vida cotidiana, se encuentra en consonancia a la declinación de lo simbólico y la intervención directa sobre lo real del cuerpo; siendo el niño, desde su condición infantil (infans = sin voz) un espacio privilegiado para el ejercicio de dicha dominación.
La infancia bajo control, el niño como objeto de mercado, consumidor consumido, nos lleva al campo de la política de los cuerpos. De allí que, aquello que anuda las diversas modalidades de control social, de la que es objeto la infancia, no es otra cosa que la biopolítica aplicada a la niñez.
Finalmente, dicha conceptualización, aporta un giro más al curso de las investigaciones del Observatorio, que consideraremos en adelante.
Integrantes: Camila Candioti, Claudia Castillo, Gastón Cottino, Marcela Errecondo, Norma Alicia Sierra, Alvaro Stella.
Colaboradores: Gabriela Albornoz Pacheco, Antonella Gabutti, Andrea Martín, Mora Torregiani.
Responsables: Diana Campolongo, Gustavo Stiglitz.