El Viernes 6 de Abril, en el marco del XI Congreso mundial de la AMP, tuvo lugar la primera reunión del Observatorio de Género, Biopolítica y Transexualidad perteneciente a la FAPOL. Los coordinadores de cada Escuela, Blanca Musachi por la EBP, Paola Cornu por la Nel y Patricio Álvarez por la EOL, hicieron la presentacion del Observatorio y sus actividades.
En un segundo momento se hizo la presentación de tres casos clínicos por parte de Paula Husni (EOL), Paola Cornu (NEL) y Christiane De Freitas Cunha(EBP) para concluir con el orientado y preciso comentario de François Ansermet. Quien comenzó ubicando que en lo que concierne a la diferencia sexual, tocamos la cuestión del lenguaje en su punto de imposible. Practica del malentendido en una época que es menos la de la transexualidad que la del bigénero. Lo que implica que las oposiciones lenguajeras están perturbadas. Existe por lo tanto una trasformación al nivel del lenguaje, del género y de la sexualidad. Se preguntó cómo se ubica el clínico frente a esto, e invitó a no ubicarse desde la lógica causal -sea esta la de la estructura o la del sinthome- sino al nivel de las respuestas para poder captar lo que esta en juego: las invenciones singulares de cada sujeto. La apuesta central de esta clínica bajo transferncia es la de abrirse a las características de las soluciones sinthomaticas de cada sujeto. La llamó clínica diferencial de las soluciones o clínica heretica; punto en que lo trans enseña al psicoanálisis.
Es por ello que el Observatorio puede ser un laboratorio de esas soluciones singulares; sin dejarse engañar por el sentido común, entrar en la lengua particular de cada uno, deslizarnos siguiendo sus vías singulares para pescar los hallazgos que han encontrado los sujetos que los protegen de un real imposible de soportar. No se trata de la armonía de las soluciones sino de atender a los modos en que los sujetos se acomodan a lo insoportable del real del origen cuando cierta radicalidad los empuja a darse un sexo, un género, un cuerpo.
Para finalizar problamatizó dos puntos:
- Se preguntó si acaso el deseo del clínico no tiene una preferencia por el semblante
- Y si en los dos ejes para pensar esta clínica no estuvimos demasiado tomados por la identidad.
Y nos dejó como un hallazgo lo que llamó: la puntuación temporal de la identidad. Junto con una manera inédita de tomar los tiempos lógicos: instante de ver, momento de comprender / momento de inventar y tiempo de concluir, situando para esta clínica, un deslizamiento del momento de comprender hacia el momento de inventar.