El encuentro fue orientado por los representantes de las tres escuelas: Lilany Pacheco (EBP); Carolina Vignoli (NEL Chile) y Ernesto Sinatra (EOL) -quien, a propuesta de las colegas, quedó a cargo de la coordinación.

Fue una reunión animada y concurrida con la activa participación de los integrantes de los distintos países e instituciones asistenciales en el campo de las toxicomanías y adicciones. Siguiendo la agenda previamente enviada, se intercambiaron datos y propuestas acerca del estado actual de las legislaciones nacionales -y regionales- de las tres Escuelas que componen el Observatorio.

La conversación giró en torno de las políticas públicas y los problemas que surgen en cada región a nivel asistencial y preventivo, así como la necesidad de hacer saber nuestras posiciones específicas y el modo por el cuál hacer llegar propuestas de intervención concretas.

Se abrió con una noticia alarmante: en Brasil el pasado mes de marzo se aprobó en el Congreso -aún no efectivizada- una ley que autoriza y promueve que el Estado subsidie y compela en forma obligatoria a los adictos a internarse en comunidades terapéuticas (las que están dirigidas por religiosos evangelistas). Esta medida (señalaron los colegas brasileros) que -además- es avalada por la Sociedad Brasilera de Psiquiatría, facilita el tratamiento de las adicciones con prácticas higienistas, abstencionistas y reclusivas.

La EBP a nivel nacional, a partir de sus instancias directivas, se pronunció en contra de esta nueva ley considerándola un retroceso en las políticas públicas de asistencia de adicciones.

Ernesto Sinatra resaltó este pronunciamiento, y propuso hacerlo extensivo con un comunicado general avalado por el Consejo de la FAPOL y de la AMP, en la forma más rápida posible para estar a tono con la celeridad de la ley.

La reunión continuó con interesantes relatos acerca de lo que viene pasando en el cruce entre el Estado, el Hospital público, la atención primaria, etc., en las distintas regiones.

En Brasil, por ejemplo, es común que a las madres adictas a sustancias que están embarazadas, les quiten el bebé y lo den en adopción en forma compulsiva, presuponiendo que no podrá ocuparse de él.

En Argentina los colegas ubican que la creciente des-financiación de programas de asistencia -lo que ocurre especialmente a partir de la externación de los adictos- hace que los mismos reincidan inmediatamente por no contar con lugares donde seguir un proceso, conviertiéndose la asistencia en una puerta giratoria. No hay nuevos pacientes, ya sea porque los mismos retornan o porque los planes de atención primaria y prevención están desmantelados. Los colegas argentinos agregan que posibles pacientes nunca llegan porque están caídos del sistema, no porque no haya adicción. (P.Ej. Cenareso -Centro Nacional de Rehabilitación Social)

También se ubicó que si los dispositivos del Estado no funcionan o están des-financiados, son las agrupaciones barriales -en su mayoría religiosas, tanto católicas como evangelistas -las que acogen a los pacientes. Dedujimos que entonces, si el toxicómano ya no es negocio y si el Estado deja un vacío la religión puede ocuparlo.

Desde Chile se aclara que el Estado está ausente en temas de Salud y Educación; lo público se halla muy precarizado -dejando a una gran cantidad de gente por fuera del alcance de un tratamiento-, con listas de espera eternas para ser atendidos; o a partir de sistemas de internación con abandono compulsivo de las sustancias orientados por las TCC. Mientras que la oferta privada surge como el aparato de generar dinero a los dueños de clínicas (un mes de internación para desintoxicación puede costar 40 mil dólares).

Luis Eduardo Suarez, sociólogo, es citado porque señala que éste es un tiempo critico en el terreno ético, donde lo que está en juego es la incidencia sobre la libertad de disponer el uso del cuerpo propio. Prácticas como el aborto, la eutanasia, las cirugías, están a la orden del día en los debates.

Ernesto Sinatra recuerda que el seminario de JAM y Eric Laurent que nos orienta, justamente se llama «El Otro que no existe y sus comités de ética» y que ésa es nuestra orientación en el estado actual de la civilización.

Otros colegas señalan también la importancia que sigue teniendo el Hospital Público como lugar de atención al adicto, tanto desde la internación como su seguimiento en Consultorios Externos. A su vez se indica la fascinación que produce el discurso de las TCC, por sus (falsas) promesas de rápidas resoluciones sintomáticas, lo que se generaliza.

Por último, crecen otras adicciones cuasi invisibles pero no por eso menos dañinas -como es el caso de las ludopatías- sin ser plenamente reconocidas en lo social.

Frente a este panorama las preguntas siguen vigentes: ¿cómo incidir en estas situaciones? ¿Cómo visibilizar la postura y las posibles acciones concretas de los psicoanalistas de la orientacion lacaniana?

Sinatra retoma, en este punto, su planteo anterior de hacer saber —en forma conjunta, por intermedio de los representantes del Observatorio de las tres Escuelas— nuestros rechazos y/o apoyos a distintas posiciones que se producen en el campo social respecto de temáticas en las que nos encontremos implicados como integrantes de nuestros Observatorios de la FAPOL.

Justo en ese momento -y ya sobre el final- se hizo presente Flory Kruger, quien acordó con esta conclusión y precisó el modo de realizarla: a través de su intermedio (en su carácter de Presidenta del Bureau de Dirección de la FAPOL) para obtener, a partir de allí, el acuerdo de las dirigencias de las tres Escuelas, y proceder finalmente a realizar el comunicado.

La acción lacaniana va tomando forma en el Observatorio de toxicomanías.

Addenda

Flory Kruger solicitó -especialmente a los participantes del Observatorio por la EOL- que podamos argumentar de un modo claro la especificidad con la que distinguimos las funciones del Observatorio «Hacia una cultura toxicómana» respecto del grupo perteneciente a la Red TYA.

En ese punto Sinatra toma la palabra para señalar por qué ambos objetivos no se superponen:

El TYA trabaja en intensión hace más de 25 años a partir de un trabajo clínico-epistémico sostenido en una investigación promovida y realizada anualmente por su Seminario de formación (encauzado desde el ICdeBA).

Se trata de un espacio de investigación y formación clínica permanente.

Por su parte, el Observatorio trabaja en extensión, se propone la implementación de las políticas de la Orientación lacaniana factibles de ser volcadas en el campo social.

Precisamente en esta reunión, con los colegas de las tres diferentes Escuelas, hemos propuesto nuestro primer formato de acción lacaniana en nuestro Observatorio: responder en conjunto a las modificaciones de las legislaciones en las distintas regiones de América, pronunciándonos en lo social a partir de la FAPOL, empleando la interlocución que convenga cada vez.

Actas: Mariela Coletti (EOL)
Establecimiento del Informe: Ernesto Sinatra