por Jessica Jara *

Luego de 40 años de la muerte del líder populista Velasco Ibarra, cuyo índice imperativo dirigió la orquesta de sus acalorados discursos en un balcón; sobre quien se escuchaba decir: «Yo no lo entiendo, pero qué lindo habla»; mientras, su mujer sólo encontraba velados, tras esos lentes opacos: sus ojos de desamparo. A 50 años del asesinato de los bachilleres en La Casona Universitaria, por manifestarse en contra de los exámenes de ingreso, en el quinto mandato de Velasco.

Y, como destacó en su bienvenida Adela Subía, responsable del Centro de Innovación y Desarrollo Docente de la UCSG: a los prácticamente, 100 años del clásico freudiano “Psicología de las masas y análisis del yo”. Libro que Lacan resumió en una pregunta: ¿cómo un objeto reducido a su realidad más estúpida, pero puesto por un cierto número de personas en una función de denominador común, -lo que confirma su función de insignia-, es capaz de precipitar la identificación del Yo ideal? Texto re-libinizado por Miller, cuando creó la red ZADIG en el 2017.

En este contexto, logramos reunir a cuatro voces autorizadas por su propia experiencia y el Otro social, cuyo carisma atrajo a un público interesado en charlar en torno a eso imposible de gobernar.

El psicoanalista Antonio Aguirre, miembro de la NEL y la AMP, impulsor del “Proyecto de Psicoanálisis” en el Hospital Psiquiátrico “Lorenzo Ponce” y quien hizo la reforma que dio curso a los Estudios Freudianos y Lacanianos en la Escuela de Psicología de la UCSG… esa noche, al poner en tensión la psicología de masas y el populismo, planteó una rectificación de los términos; para, en lugar de referirse al populismo, proponernos hablar de: “caudillismos”. Una vez puesto el acento en el caudillo, dijo Antonio que un líder acontece; por lo que no existe la formación de líderes. Anotando así, que el caudillo es un intérprete (del sentido) del pueblo; tratándose del mismo sujeto que antes de ser un líder, está por ahí, astuto, mirando la situación, hasta que se posiciona. En contrapunto, destacó “lo libidinal” en la formación de masas; pues se trata de algo pasional, que no cede a los argumentos. Luego, viene la llamada construcción de un pueblo. Antonio también apuntó la existencia de ciclos maniaco-depresivos en la sociedad, subrayando que después de diez años de manía… entramos en la depresión, suscitando las risas del público.

Ya en la conversación, Antonio indicó que en un psicoanálisis se produce la caída de las identificaciones y que como efecto, es posible tomar la palabra desde la luz interior (S. Weil). Además, recordó pertinentemente la formulación zizekiana del “mediador evanescente”, que retoma la historia de Moisés, quien no llegó a la tierra prometida; para preguntarse por un líder que podría operar y a su momento salir de la escena, dando ocasión al relevo. Así, podemos pensar al más-uno de un cartel, cuando al final se borra y queda el trabajo de cada uno, a nombre propio.

Para nuestra conversación, arribó de Quito: Juan Tibanlombo, novelista y periodista, quien hasta entrevistó a la “Mama Lucha” en el Hospital Militar, y fue expulsado de Putumayo por las FARC. Él junto con una colega, entrevistaron por la tarde a Antonio Aguirre, sobre los asuntos que trataríamos a la noche (el video estará en www.dialoguemos.ec) En el evento, Juan hizo un recuento de los estragos de un populismo reciente en nuestro país; siendo que, este gobierno inició como algunos otros de la región, con un violento y apurado cambio constitucional: autorizado por una voz que se propone como la del pueblo. Para él, la fuerza de la seducción está del lado del líder y de la masa que se deja seducir; aunque, también nos hizo escuchar la voz de un ex –asesor comunicacional de presidente, diciendo: “Correa, fue mi producto”.

Podemos decir que a partir de allí, Juan destacó la construcción del pueblo y su deconstrucción; cuando, el ascenso al poder significa sacudirse de eso múltiple con que se elevó, para que gobierne lo Uno: El Uno sólo; y es que en efecto, Juan nos habló de la soledad del poder. Estos métodos perversos de división social incesante, contrarían el lazo social, produciendo un “biosocialismo”; empujado por un obsceno y feroz todoloquería; hasta precisar las coordenadas del aplacamiento inédito del malestar generalizado del 2015 con la traída del Papa… Finalmente, registró la salida del mando de ese presidente en la prensa, con sus palabras: “Ya no podía más…” (24-05-2017).

La investigación de Juan cuenta con la rigurosidad de un periodista crítico, que está en el lugar de los hechos. Un asunto que aún lo causa es la función de los intelectuales orgánicos y el aparato de propaganda, en los tiempos del régimen populista.

La abogada y catedrática de la UCSG, Marena Briones estaba muy gustosa de haber entrado en un ámbito que le resultó nuevo y donde encontró lo inquietante de la actualidad mundial. En la conversación declaró haberse enamorado del tema. Así, Marena nos hizo partícipes de un recorrido histórico y geopolítico del populismo, -fenómeno que le resultó “muy escurridizo”-; pero, desde donde nos dejó claro que el populismo es plural y existe en disímiles contextos políticos y marcos jurídicos. Trajo viñetas curiosas: Obama declarándose populista, y luego desdiciéndose; apuntando que los países más felices, son populistas; y precisando el momento en que se contrapuso al poder, un “pueblo virtuoso”. Planteó además algunas paradojas: lo imposible de que gobernemos todos; las mayorías que no lo son; que los movimientos sociales dejan de serlo cuando se institucionalizan; que no somos todos iguales. Entonces introdujo a los: “Demagogos autoritarios” y las “democracias narcisistas”. En esa vía, su exposición, permitió inconsistir la descripción del líder populista como un “perpetuo exiliado”; siendo más bien, que se trata de líderes que se han ubicado en el lugar de excepción: de una excepcionalidad para quien, las leyes no se aplican.

Además, Marena demostró que su fuerte es la argumentación y que sabe leer el entrelíneas de la filosofía del derecho. Ella no abandonó la pregunta por la pasión populista, la pasión democrática y la pasión por la retórica; y anotó, ¿será que acaso a la democracia le falta pasión?

El actor, escritor y profesor de teatro Santiago Roldós, inició su puesta en escena respondiendo a lo anterior -con el humor que lo caracteriza-, que los líderes sí se forman: en clubes de boy scouts… y que Obama es populista porque sabe bailar. De entrada, pidió al público: “me van a copiar a mí”, demanda a la que pocos consintieron; por lo que sólo algunos danzaron “cómo deben ser los árboles…”. Santiago se esforzó en provocarnos, dando cuenta en acto, de cómo se exacerba el imaginario y el sentido, con declaraciones gradilocuentes. De ese modo, nos permitió recordar a Lacan, cuando respondiera en un Impromptus: Oiga amigo, ya vi esto por la noche en el Open Theater. Aquí, los 19 años junto a Pilar Aranda en Muégano Teatro, lo hicieron detenerse; aunque aún resuena su pregunta: “Ahora, ¿quién me gobierna?” A lo que la coordinadora de la mesa le respondió: “Tus pulsiones”. Y es que en efecto, eso es lo imposible de gobernar.

Santiago cree en el resentimiento como motivación social; apuntó que todo es gracioso, hasta que nos ocurre a nosotros; que a él le interesa el análisis del pueblo, y “lo evitable” del “ascenso del sátrapa”. Recomendó ver: “Velasco: retrato de un monarca andino” (Barriga y Barriga, 2006). Así, pasó con fluidez del traidor de clase Brecht al socialdemócrata Chaplin, para mostrar en clave comedia, cómo por un accidente, un sujeto -portador un objeto- puede ser tomado por otro; incluso por un líder de manifestación, al banderearse con un pañuelo rojo.

Casi al final de su intervención, expresó que él estaba hecho para el populismo, que debería sacar una fragancia populista con su apellido, al contar con un abolengo político, muy disímil por cierto.

A la conversación asistieron cartelizantes, psicólogos, profesores, periodistas, artistas, estudiantes… Algunos de los cuales aportaron valiosas consideraciones, como fue el caso de Héctor Chiriboga, el Sr. Carrera y Carlos Quezada. Y, aún recibimos comentarios sobre esta mesa “heterogénea”, en la que no faltó carisma y ni comentarios lúcidos de actualidad; allí, donde la orientación política de Lacan es que: “es bastante bueno, cuando hay varios líderes”.

Una semana después de nuestra primera Conversación del Observatorio 2 de FAPOL: “Legislaciones, derechos, subjetividades y el psicoanálisis”, en Guayaquil; viene la segunda en la Universidad Casa Grande. Para lo cual desplazaremos la pregunta por las masas lideradas por un “conductor”, como Freud destaca; en el abordaje del desborde de las masas que fluyen, múltiples e inestables: supuestamente no lideradas, pero que ¡obedecerían al algoritmo! Allí, es donde se desata la tecno fascinación-horrorizada por el significante digital, tan bien trabajado por Laurent, Miller y Chatenay en: www.eol.org.ar/prensa/europa/2016/2016_El-calculo-de-lo-mejor.pdf.

Al respecto, buscaremos agujerear esas fantasías de la omnipotencia del Big data, otros fantasmas de abuso y delirios catastrofistas-salvíficos, desde la extimidad y singularidad. Es así, que lo imposible de gobernar se vuelve un asunto nodal de nuestra II Jornada de la NEL-Guayaquil (2019), sobre los abusos.

¡Los esperamos este jueves a las 20h30 en el Edificio Mayor de la Universidad Casa Grande, piso 7 sala 1, para proseguir! Inscríbanse a: loimposiblede@gmail.com

Fotos: María José Varela, en colaboración con Andrea Robles.

* Responsable del Observatorio 2 de FAPOL, en Guayaquil.